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Los alaveses copan las VPO

El 8% de los solicitantes de vivienda protegida logró un piso

Promoción de viviendas protegidas en la capital alavesa.
Promoción de viviendas protegidas en la capital alavesa.L. RICO

Euskadi tiene importantes desequilibrios territoriales en lo que a la adjudicación de Viviendas de Protección Oficial (VPO) se refiere. Un informe del Observatorio vasco de la Vivienda dibuja una descompensada balanza fruto de los ritmos de la construcción en el parque público de viviendas. El año pasado, esta distribución supuso que el 52% de las adjudicaciones de viviendas protegidas se hicieran en Álava, pese a que en este territorio tan solo habita el 11% de los demandantes de un piso de estas características de Euskadi.

Es la consecuencia directa de la construcción de VPO de los últimos años, que ha tenido una especial incidencia en territorio alavés. El desequilibrio ha llevado al Gobierno vasco a permitir que vizcaínos y guipuzcoanos accedan a los sorteos de varias promociones en Vitoria —hasta ahora ha sido limitado a las personas empadronadas en Álava— una modificación que ha sido criticada por el alcalde de la capital, Javier Maroto (PP). La primera promoción con estas características se sorteó en febrero.

Las otras dos provincias se repartieron en 2011 el resto de viviendas protegidas adjudicadas, un 24% cada una de ellas. Entre sus conclusiones, el informe del observatorio, al que ha tenido acceso este periódico, destaca que “la adjudicación de vivienda protegida no se realiza de manera proporcional a la distribución territorial de las familias vascas, ni tampoco en función del peso de la demanda protegida en cada provincia”.

Gipuzkoa y Bizkaia agrupan, cada uno, el 24% de los pisos adjudicados

Con estas cantidades, el 37,3% de los demandantes de una vivienda en Álava lograron un piso en 2011, mientras que ese porcentaje descendió hasta un reducido 3,6% en el caso de las familias que lo pedían en Bizkaia y al 5,3% de las personas inscritas en Etxebide en Gipuzkoa. Dicho de otro modo, las posibilidades de lograr un piso protegido entre las personas que residen en Álava superan con creces las del resto de provincias de la comunidad autónoma.

El informe detecta en territorio alavés “un aumento del volumen de adjudicaciones, pero también un descenso de la demanda que se está registrando”. Y es que, aparte de agrupar la mayoría de las adjudicaciones de VPO y de suponer una parte pequeña de los demandantes por la mera realidad demográfica vasca, Álava tiene un nivel de solicitantes de pisos protegidos menor que el que por población le corresponde. El resultado es que los sorteos con grandes aglomeraciones de gente son cosa del pasado y que, sin listas de espera, sobran varios centenares de viviendas protegidas a la espera de alguien que las compre.

Si en Álava reside el 14,5% de las familias, solo son el 11% del total de demandantes de Euskadi, en Bizkaia reside el 53,3% de las familias de la comunidad y el 53,5% de los demandantes. El mayor desequilibrio porcentual es el de Gipuzkoa, que con el 32,4% de las familias vascas, tiene el 35,5% de los solicitantes de una vivienda protegida.

Solo el 6,52% de las familias alavesas pidieron en 2011 una VPO, mientras que en Gipuzkoa este porcentaje ascendió al 9,4%. Ante estos resultados, el informe recomienda “avanzar y mejorar” en lo que a equidad territorial se refiere.

En Álava, el 37% de quienes piden una VPO la logran; en Bizkaia, por el contrario, solo el 3,6%

En total, ocho de cada cien de las familias que solicitaron un piso en Etxebide lograron la tan ansiada vivienda del parque público. Los demandantes de hogares con estas características fueron el 9% de los núcleos familiares que están registrados en Euskadi.

Entretanto, Euskadi alcanzó máximos históricos el pasado año en lo que a la construcción de viviendas protegidas se refiere. El número de pisos construidos ascendió el pasado ejercicio a 5.523, entre los que 1.117 serán utilizados para atender la demanda de alquiler, el régimen que el Gobierno vasco quiere potenciar. El número de viviendas iniciadas en 2011 fue de 4.456, seis más que las previstas en el Plan de Vivienda.

Si bien el estudio enciende luces rojas en torno a los desequilibrios que existen entre las tres provincias, en el caso de otro tipo de indicadores de equidad, como es el caso del perfil de ingresos, muestra una imagen distinta.

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