El PNV apoya en la Cámara las propuestas populares para respaldar a las familias

El tercer Plan Interinstitucional de Apoyo a las Familias, con validez hasta 2015, pasó ayer el trámite de su debate en la Comisión de Políticas Sociales del Parlamento, con la aprobación de 180 propuestas de resolución por los grupos de la Cámara, en su mayoría presentadas por el PP y apoyadas por el PNV. En la práctica, no obligan al Gobierno ni a las administraciones foral o municipal. De hecho, el plan fue aprobado por el Gobierno el 27 de diciembre, su presupuesto está fijado y el decreto que reguló las ayudas recibió también ya el visto bueno del Ejecutivo en el consejo del pasado 6 de marzo.

Euskadi ha sido la única comunidad que ha mantenido con carácter universal las ayudas por nacimiento o adopción y mantenimiento de hijos. La consejera, Gemma Zabaleta, puso en valor ese extremo —esas ayudas se llevarán casi la mitad del presupuesto anual destinado a estas actuaciones, para las que están consignados en las cuentas de este año 674,6 millones de euros— así como la apuesta por el apoyo a conciliación, aunque en este terreno se ha producido un recorte del 7%.

El PSE ve un halo conservador y paternalista en muchas resoluciones

Ambas apuestas son propias, “de un Estado social inversor”, destacó en su explicación y defensa del plan, y buscan también facilitar la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo y potenciar la implicación de los hombres en el cuidado de la familia, de modo que se avance en términos de igualdad.

Euskadi también es, junto a Navarra, la única comunidad con prestaciones económicas por excedencias o reducción de jornada para atender a menores o familiares dependientes. Estas otras ayudas, sostuvo Zabaleta, tienen un retorno económico mayor que la inversión que se realiza en ellas.

La propuestas de resolución que salieron adelante ayer tras el debate las planteó en su mayoría el PP y logró verlas aprobadas con los votos del PNV. El grupo socialista, en cambio, entendió que tras muchas laten planteamientos conservadores o paternalistas que no comparte, y en los que, en cambio, se les hizo fácil la aproximación y la alianza a las dos formaciones de centro derecha.

Una de esas resoluciones persigue que el Gobierno aborde la elaboración de un protocolo de actuación para la asistencia y acogida de recién nacidos “en los casos de abandono o renuncia” de las madres a ellos. Otra de ellas pide al Gobierno que haga una campaña de sensibilización en los medios de comunicación acerca del valor de la familia. Con el apoyo de PP y PNV se aprobó también la que le insta a aumentar las ayudas a las familias para la escolarización de niños menores de tres años en centros privados autorizados. Igualmente en otra propuesta se pide el incremento de plazas públicas del primer ciclo de Educación Infantil a la vez, a la vez que apoyo económico a las familias que escolarizan a esos menores en centros privados.

Entre las decenas de propuestas aprobadas está también la de instituir reconocimientos especiales y “premios” que se entregarían a las empresas que faciliten a su personal la conciliación de la vida laboral con la familiar, fundamentalmente con una mayor flexibilidad de horarios y de jornadas, o con la concesión o ampliación de permisos.

Otras piden apoyo para construir centros o guarderías en áreas industriales y fomentar la ampliación de horarios y oferta de actividades extraescolares en los colegios fuera del tiempo lectivo y en vacaciones. También se propone un permiso de paternidad diferenciado e independiente del de maternidad y la promoción del acogimiento para que este “se inicie a la edad más temprana posible”.