_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

No es nuevo, pero hace daño

El nuevo calendario escolar no dice nada nuevo que no esté en la normativa vigente Para el PP el éxito escolar radica en un solo instante de todo el curso, el mes de junio

No hace mucho decía en este mismo espacio que “uno de los elementos básicos (para el buen funcionamiento del sistema educativo) es el denominado “ambiente escolar”, teniendo por tal el conjunto de actitudes, disposiciones de ánimo, voluntad de cooperar y decisión de actuar. En la enseñanza es indispensable la existencia de un buen ambiente escolar para que el acto educativo tenga éxito. Ese ambiente en el que se respire paz porque de ninguno de los cuatro sectores que componen la comunidad educativa nazca tensión alguna”. Y finalizaba la reflexión diciendo que “es imprescindible que quien tiene el poder, lo deje de lado, y se haga con el gobierno.

En una relación tensa quien primero ha de ceder es quien más grande sea, quien más medios posea, quien domine. La relación es asimétrica y no es justo ni adecuado pedir que el “desarme” dialéctico sea a la vez. No. Quien ha de mostrar la voluntad inequívoca de que quiere la paz es quien tiene los instrumentos para hacer la guerra. Y en este caso, es el político del PP con responsabilidades de gobierno. Si no se consigue cuanto antes un buen clima escolar, los números serán necesarios, pero nunca suficientes para que en nuestra comunidad disminuya el fracaso escolar y el abandono prematuro de las aulas”.

Pues bien, el gobierno del PP, a través de su portavoz, se ha presentado portando un gran bidón de gasolina en una mano y en la otra la tea encendida de la necedad. Para los dirigentes del PP el éxito escolar radica en un momento, en un solo instante de todo el curso escolar, el mes de junio. Si durante ese mes se dan clases por la tarde y se realizan una o dos pruebas (¿y por qué no tres o cuatro? cuanto más, mejor; piensa el estúpido) el éxito escolar está garantizado.

Se ha presentado portando

Es verdad que uno encuentra una gran discrepancia entre lo que se dice en la hoja Actualitat del Consell y lo que el Porta Voz (la gran voz) trasladó a los periodistas y que estos a su vez volcaron en sus medios de comunicación. Realmente la hoja volandera no dice casi nada nuevo, nada que no esté redactado en la normativa existente y nada que no se venga haciendo por parte del profesorado de manera escrupulosamente exquisita. Nadie puede negar que el profesorado cumple, y de sobra, con sus obligaciones, yendo más allá en más de mil ocasiones.

Entonces ¿a qué viene esta intervención extemporánea? A ganas de hacer daño a la comunidad educativa, por lo menos a mal meter entre dos sectores vitales en la actividad escolar: los padres y el profesorado.

A los primeros les dice que tranquilos que el PP les librará de la posible cargar familiar de las tardes del mes de junio y septiembre (¿Y por qué no las mañanas y las tardes de julio?) y de los segundos predica que si bien van a hacer lo que ya venían haciendo lo van a seguir haciendo sabiendo que lo están haciendo(¿alguien encuentra un sentido a decir lo que ya estaba dicho?).

Mentes enfermas hicieron creer a sus conmilitones que el Consejo Escolar de la Comunidad, obligada su existencia por ley orgánica, debía desnaturalizarse. Y así fue. Lo natural, en buena praxis política, era haber trasladado al Consejo Escolar la sugerencia o la petición de una reflexión sobre el tiempo escolar y a partir de lo que en él se dijese, entonces redactar un primer borrador para su análisis y debate bilateral con los padres y con los representantes del profesorado. Como ya no hay, de hecho, Consejo, ¡pues que lo lance a los cuatro vientos el portavoz del gobierno! ¡Ahí es ná!

Pero no. ¿Dialogar? ¿Dar participación? ¿Quién dice de tales pecados nefandos, hijos de la democracia? Cuando uno gobierna, y sobre todo si lo hace con mayoría absoluta y de forma reiterada, le sobran diálogos y participaciones. Su conocimiento es absoluto y su verdad también lo es. Nadie ni nada le ha de impedir decir y hacer.

¿Dialogar? ¿Dar participación?

¡Pues solo faltaba que desarrapados sindicalistas, que desconocidos representantes de los padres, que denostados dirigentes estudiantiles hablen de igual a igual con los dirigentes políticos del PP de aquello que les afecta, de aquello de lo que ellos mismos son agentes principales! Ellos están sobrados.

Lo cierto es que en estos momentos de grave incertidumbre sobre la realidad socio laboral, una realidad inconsistente, tan variable que hace que lo que hoy es mañana puede dejar de serlo, y de ánimo intranquilo y susceptible, digo que lo cierto es que lo que menos necesita la comunidad educativa son comparecencias como la del portavoz de gobierno valenciano para hablar de una simple y sencilla orden (si hubiese hablado de toda una ley o al menos de un gran decreto, pase, pero... ¡de una orden que firma la consejera!). Solo sirve para incendiar los ánimos ya incendiados. ¿Puede incendiarse algo ya incendiado? Cuando hablamos del ánimo, que nadie lo dude, y eso siempre es muy malo para la enseñanza.

¿Se imaginan que el profesorado exija ser como el resto de funcionarios, incluidos los implicados en la sanidad? El Gobierno del PP pide para aquellos el mismo horario y los mismos descansos (lo de los mismos sueldos, lo deja aparcado, pues en la comparación entre grupos y escalas, el gobierno, no sale ganando).

Pues bien, el profesorado puede pedir control horario fichando al comenzar y al finalizar su trabajo y además, al igual que el resto de funcionarios, atender a los ciudadanos de uno en uno y por ventanilla o en un despacho. Lo desigual ha de ser tratado como desigual y uno debe evitar la información sesgada que puede ser objeto de aplauso pero que en sí misma contiene toda la falsedad que pueda concebirse y toda la injusticia que pueda cometerse.

Los administradores coyunturales de la res publica deben estar lejos de la necedad y la estupidez (que nadie se escandalice antes de ojear el diccionario de la RAE). Un buen gobernante ha de tener la prudencia como virtud principal y esta, en el caso que nos ocupa, le hubiese llevado a dialogar con los representantes legítimos de quienes constituyen los distintos sectores del la comunidad educativa.

Y se dice ‘dialogar’, construir un pensamiento a través de la palabra compartida; lo contrario a la decisión tomada y que se impone. Pidan disculpas, señores dirigentes del PP, comiencen de nuevo, pero por el principio. Y haya paz aquí y así habrá buena práctica educativa que es lo único necesario para el éxito escolar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_