El gerente de L’Aldea gastó 230.000 euros en un ‘software’ obsoleto

Las irregularidades se amontonan en la cooperativa de L’Aldea (Baix Ebre, Tarragona), cuya sección de crédito se colapsó a final de 2011 y provocó un corralito en la localidad. Una auditoría encargada tras la quiebra confirma que la entidad funciona con un sistema informático obsoleto, lo que permitió ocultar deudas y la mala praxis. Sin embargo, el exgerente Daniel Ferré gastó 230.000 euros en renovar el sistema.

Ni los socios ni la junta de la entidad se explican estos gastos. “La informática de la cooperativa es un desastre, pero en teoría él [Ferré] cambió el software. Pagamos 80.000 euros y después aún se hizo otro gasto de 150.000 euros. No entendemos nada”, afirma José Fernando Falcó, presidente de la cooperativa. La junta ha presentado una querella contra Ferré.

También piden responsabilidades a la firma que auditó las cuentas del 2010: cifró en 30.0000 euros los beneficios, cuando había pérdidas de casi medio millón de euros. “No sabemos cómo pudo hacerlo”, explica Ramon Carles, portavoz de la plataforma de afectados. “La cooperativa se audita cada año, pasó las pérdidas a 2011 como si fuesen facturas sin cobrar”, sostiene Falcó.

Según la auditoría, Ferré falsificó facturas para inflar ingresos, realizó inversiones “injustificables” en placas solares y fincas, y contrató a su mujer para cubrir una baja maternal, aunque no acudía a trabajar.