Un Tàpies para bibliófilos

La faceta de Antoni Tàpies como autor de grabados y serigrafías fue, sin duda, mucho menos conocida que su obra plástica. Pero, paralelamente a su producción pictórica y objetual, el artista catalán fue desarrollando desde 1947 una intensa actividad en el campo de la obra gráfica, destacando las numerosas carpetas y libros de bibliófilos que realizó en colaboración con poetas y escritores como Alberti, Bonnefoy, Gimferrer, Guillén, Mestres Quadreny, Saramago, Takiguchi, Valente y Zambrano, entre otros.

Un mes después de la muerte del genial pintor barcelonés, la Fundación Unicaja presenta en el Museo Provincial de Jaén la exposición Tàpies. Obra gráfica en libros ilustrados.

La muestra está compuesta por 24 grabados y una serigrafía impresa sobre tela que proceden del libro Llull-Tàpies, con textos del escritor y filósofo mallorquín del siglo XIII Ramón Llull, autor del místico Libro de las maravillas. Los textos fueron seleccionados por el poeta Pere Gimferrer. Se trata del libro en el que Tàpies trabajó durante más tiempo (de 1973 a 1985) hasta que fue publicado por Galerías Taché y Lelong.

La obra gráfica de Tàpies pertenece a la colección privada de Unicaja y llega al museo jiennense —donde puede visitarse hasta el 8 de abril— de manera ampliada con relación a los fondos que ya se mostraron con anterioridad en Almería y Antequera (Málaga). Uno de los atractivos es la caja que contiene el libro Llull-Tàpies, una edición para bibliófilos que el artista cultivó desde sus comienzos en la obra gráfica, elaborando casi un centenar de obras.

"En Tàpies, la obra pintada y la gráfica es un todo, al igual que hay una comunión entre literatura y plástica", apunta la comisaria de la muestra, María Luz Reguero. Los valores y características de Tàpies se mantienen en su producción gráfica. La fidelidad del artista consigo mismo le llevó a desarrollar una línea de investigación en torno a las técnicas y materiales usados en la obra sobre papel que con el tiempo le proporcionó una gran coherencia al conjunto de su obra.

Tápies fue fundador en 1948 del Grupo Dau al Set, una de las primeras y más relevantes iniciativas renovadoras del arte español de postguerra. En 1953 retornó a las investigaciones sobre la materia, iniciadas ocho años antes, trabajando con tierras, grattages, collages, incisiones..., empezando a desarrollar su lenguaje personal. Su obra plástica, según la comisaria de la exposición, revela, por un lado, la vocación objetual —que ha llevado a parte de la crítica a considerarlo precursor del arte povera—, y por otro, una personal asimilación de las culturas orientales y una delicadísima percepción de la realidad.