_
_
_
_

Arenas sugiere pero no remata

El candidato del PP sostiene que no es partidario del copago, aunque se resiste a garantizar que nunca lo aplicará. Apenas quiere rozar las medidas de Rajoy

Javier Arenas señala un ramo de rosas durante un paseo, por la localidad sevillana de Tomares.
Javier Arenas señala un ramo de rosas durante un paseo, por la localidad sevillana de Tomares.JULIÁN ROJAS

A Javier Arenas la batahola de la corrupción del caso de los ERE y aledaños le vale para acogotar a los socialistas y quitarle el sonido a las propuestas que hacen. Pero también para no explicar las suyas más allá de los enunciados genéricos y, sobre todo, para que apenas se oiga lo que dice y hace el Ejecutivo de Mariano Rajoy y algunos de sus compañeros en las comunidades autónomas que gobiernan, que son la inmensa mayoría. Pasa por los actos y mítines sin detenerse en la reforma laboral, la huelga, el déficit o la subida de impuestos. Resuelve los asuntos espinosos con unas pinceladas sugerentes, apunta, propone un pacto... Sin embargo, nunca remata.

Lo hizo ayer en Tomares (Sevilla), a donde fue por la mañana a hablar de sanidad y asuntos sociales. Allí —con el decorado de una guardería de un parque industrial desangelado y a medio construir (solo cuenta con este edificio y un tanatorio) que la Junta aún no ha puesto en funcionamiento— propuso un acuerdo que llamó “sociosanitario” con el propósito de garantizar la viabilidad de la prestación de estos servicios para los próximos años, a la manera del Pacto de Toledo de las pensiones. No dijo mucho más, únicamente que no es partidario del copago.

Cuando se le preguntó si garantiza que jamás lo implantará en el caso de llegar a la presidencia de la Junta, se negó a dar una respuesta: “He dicho lo que he querido decir, que no creo en el copago”. Y se plantó, ni una pista que alumbre lo que haría el candidato del PP ante la, según él, muy probable eventualidad de encontrarse una “herencia terrible” y los cajones “llenos de facturas sin pagar”. Atribuye a los socialistas el ir recorriendo Andalucía con el “soplete” del miedo de los recortes y la supresión del Estado del bienestar para que cunda la idea de que están en peligro los logros sociales. Pero él apenas despeja las dudas y se agarra a una letanía de eufemismos para salir medianamente airoso, ya que su tesis es que el debate no es ideológico, sino que gira en torno a la necesidad de sustituir a quien “despilfarra”.

En su particular diccionario, la mayoría absoluta es “mayoría suficiente de Gobierno”; los recortes, “ahorro, austeridad y reformas”; la subida de impuestos, consecuencia de la “herencia socialista”, la reforma laboral, un ejercicio de responsabilidad ante el paro; y la huelga general, un motivo para el “respeto” a los sindicatos, con quien ha tenido siempre muy buena relación.

En esto la campaña de Arenas es casi mimética de la de Rajoy: un desarrollo plano, huidizo, refugiado en el mensaje del cambio y la cifra de parados para no molestar ni provocar la movilización de la izquierda. Si bien, la de Arenas tiene el componente original de que su eje cardinal es la corrupción de los ERE y el despilfarro socialista, que circunda sus discursos de manera permanente sea cual sea el formato elegido.

En un mitin en Almonte (Huelva) por la noche, con frecuentes alusiones a la Virgen del Rocío, el líder del PP se empleó a fondo es desmontar el concepto de economía sostenible y los planes urbanísticos de la Junta que han tratado de frenar la voracidad constructora en el litoral andaluz. “Los planes urbanísticos tienen que estar al servicio de los ciudadanos, y no al revés; Hay que proteger la flora y la fauna, pero también a la especie humana”, proclamó, y recibió una profusa ovación de los presentes.

El compromiso de abrir una carretera entre Huelva y Cádiz para ahorra 60 kilómetros y potenciar el turismo, la industria y la construcción en la zona —que no apuntaló con ningún plazo concreto— suscitó igualmente el calor del aforo almonteño del PP, que estalló en un aplauso al oír que los socialistas está cegados por los “complejos ideológicos trasnochados”. Aunque, sin duda, ganó la siguiente frase: “¿Economía sostenible?, humo; ¿la Andalucía imparable?, más humo; ¿la primera modernización? humo, humo; ¿la segunda modernización?, más humo”.

Luego se fue a Almería donde realizará hoy un mitin El Ejido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_