Una novela a color y en blanco y negro

"Todos los personajes son reales, pero los transformo porque no quiero hacer biografías", explica Luis Leante (Murcia, 1963), "de esta pequeña mentira creo una enorme verdad que luego me la creo". El escritor, premio Alfaguara de Novela 2007, ha presentado en Valencia Cárceles imaginarias, una novela sobre las prisiones emocionales del ser humano que transcurre en dos épocas y con dos tonos distintos: "Lo imaginé así, pero no sé si el lector lo percibirá de la misma manera: la narración del presente está a color y la del pasado está en blanco y negro".

Estas dos tramas giran en torno al mismo personaje: Ezequiel Deulofeu, un anarquista de finales del siglo XIX que huye del país tras un atentado en Barcelona y que es el objeto de estudio del protagonista, Matías Ferré. Este hombre de cuarenta años vive angustiado por la muerte de su mujer en un accidente de coche hasta que decide escribir un libro sobre aquel episodio de la historia. Su relato compagina la búsqueda de información sobre el personaje con las alteraciones emocionales a medida que avanza la novela: "Al perfilar la historia- que procede de la biografía de Juan Jacobo Fertrinelli, un comunista italiano- me di cuenta de que ninguno de los personajes era libre", indica el escritor, "y de que es necesario revisar el pasado. No para no cometer los mismos errores, que lo hacemos sin parar, sino para saber por qué estamos aquí y lo que somos". "Creo que hay que mirar al futuro, pero no hay que olvidar el pasado", comenta el autor de Mira si yo te querré.

"No sé cuál es la clave para poder dedicarse a esto", reconoce el autor

Para complementar ambas tramas, Luis Leante utiliza dosis de suspense, novela histórica o incluso crónica periodística: "Leo sin etiquetas y pretendo escribir igual", indica, "pero no dejo cosas al azar. No escribo según avanza la historia. Lo tengo todo atado". "No me gusta nada la literatura partidista o panfletaria, ni siquiera la que coincide con mis ideas", añade Leante, que muestra unos hechos concretos- los atentados durante el Corpus Chisti en Barcelona en 1896- enmarcados en el contexto social y político de varios países como Filipinas, Chile o España: "No me gusta reivindicar cosas por medio de la literatura. Creo que para eso está la política", declara alegre, "aunque es muy difícil hacer una escritura neutral: hasta los Telettubies están politizados".

Al escritor murciano, que desde 2009 está de excedencia como profesor de latín, ganar el premio Alfaguara no le ha impuesto ninguna presión a la hora de escribir: "Lo más angustioso era ir buscando editorial. Ahora me siento más relajado, más libre. Aun así, trato de no repetirme", comenta el autor, que, tras dos años desde La Luna Roja, vuelve a publicar con la perenne duda de la recepción del público: "La verdad es que no sé cuál es la clave para tener buena acepción. Dedicarse a la literatura es puro azar".