La familia asiste con "mucho dolor" a la vista contra el supuesto asesino
El abogado de la acusación señala que la declaración de Ander E. ha transcurrido con "total normalidad"
Cuando se cumple casi un año de la muerte de Amaia Azkue supuestamente a manos de un menor en Azpeitia, un suceso que conmocionó a la sociedad guipuzcoana, se ha iniciado hoy el juicio contra el acusado. La vista se celebra en un Juzgado de Menores de San Sebastián porque cuando ocurrieron los hechos el 16 de marzo de 2011 tenía 17 años. La juez que instruye el caso no ha permitido el acceso a la prensa a la vista que se celebra a puerta cerrada. El abogado de la acusación particular, Miguel Castells, ha destacado al abandonar casi cuatro horas después los juzgados la “normalidad” con la que se ha llevado a cabo el interrogatorio del acusado. “No ha habido cuestiones previas complejas y se ha centrado en seguida en el interrogatorio de la persona encartada”, ha señalado.
A la pregunta de si el presunto asesino de Amaia Azkue había cambiado la declaración inicial en la que se declaró culpable para pasar a la nueva versión que dio hace unos meses en la que inculpa a un tercero, Castells ha declinado a hacer declaraciones. “Somos conscientes de que hay inquietud con el tema y que es una cuestión de interés general, pero al ser a puerta cerrada y tratándose de un menor no podemos dar más información”, ha justificado el letrado, que intentó que el juicio fuera a puerta abierta. Además, Castells ha pedido a los periodistas que respeten el "dolor" y la "intimidad" de los familiares de la fallecida.
La familia de Amaia Azkue sí ha podido acceder como público a la sala de vistas, donde se celebrará el juicio a lo largo de esta semana. Mientras se realizaban las diligencias previas al juicio, 17 allegados a la víctima, hermanos y amigos, se encontraban en un extremo del pasillo a la espera de que empezase la declaración del acusado. Nerviosos, con semblante serio han evitado hacer ningún comentario. Momentos antes del inicio del juicio, Castells se ha dirigido a los familiares de Azkue para avisarles de la expectación generada e indicarles que la secretaria del Juzgado había puesto a su disposición otra salida para evitar la multitudinaria presencia de medios de comunicación en el exterior de los juzgados de Atotxa.
Amigos de la fallecida y grupos feministas se han concentrado en el exterior del Palacio de Justicia
Al fondo del pasillo frente a los allegados de la víctima y separados por un cristal se encontraba el hermano del acusado a la espera de entrar a la vista. El joven, alto, pocos años mayor que su hermano y con rasgos muy similares, abandonó los juzgados con el abogado defensor, Joanes Labayen, quien declinó hacer ningún tipo de declaración.
Según la versión de los hechos que en su momento dio la Ertzaintza, el 16 de marzo de 2011 la mujer, de 39 años, habría recogido al imputado en su vehículo en Zarautz para trasladarlo hasta Azpeitia. Durante el viaje, el encausado la habría amenazado y sustraído diversos enseres, incluidas tarjetas de crédito —con una de ellas se sacaron 300 euros de un cajero—, y posteriormente habría acabado con su vida "golpeándola fuertemente en la cabeza", tras lo que "abandonó el cuerpo, maniatado, en el embalse de Ibai-Eder y trasladó el vehículo de la víctima hasta el aparcamiento de Loiola"
En esta primera sesión del juicio, el procesado, para quien las acusaciones piden diez años de internamiento y cinco de libertad vigilada —la máxima pena prevista para un menor—, ha prestado declaración a lo largo de la mañana. Por la tarde están citados dos ertzainas que participaron en la investigación del caso.
Mientras se desarrolla la vista, una decena de amigos de Amaia Azkue de Orio han permanecido en el exterior del Palacio de Justicia de San Sebastián tras una pancarta en la que figura el lema en euskera Justicia para Amaia. Sobre las once de la mañana, una veintena de mujeres de la Coordinadora Feminista de la comarca guipuzcoana de Urola Kosta les han tomado el relevo y se han situado junto a las escalinatas del edificio con otra pancarta en la que se leía el texto en euskera: "Amaia Azkue en el recuerdo. No a la violencia sexista".
Durante esta protesta, la portavoz de la coordinadora, Miren Aranguren, ha mostrado su "solidaridad y apoyo" a la familia y amigos de la asesinada y ha asegurado que su muerte responde a "un caso de violencia sexista" porque en este crimen "la violencia estructural machista ha tenido influencia directa".
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