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El incendio de Huesca amenaza el Pirineo de Lleida

En la zona trabajan cuatro dotaciones terrestres de los bomberos catalanes, cinco aviones de la Generalitat y un helicóptero que refuerzan a los equipos aragoneses

Una vez controlados o en fase de control los incendios del Pirineo de Lleida y de Girona, la gran amenaza llega ahora por el flanco nororiental de Aragón. Efectivos de los Bomberos de la Generalitat han sido enviados como refuerzos a la localidad de Castanesa, en Huesca, porque el fuego que se declaró el pasado jueves en esa zona avanzaba ayer descontrolado hacia Cataluña, a punto de afectar a Vilaller (Alta Ribagorça), municipio de unos 800 habitantes.

Cinco aviones de la Generalitat y un helicóptero Kamov cedido por el Ministerio de Medio Ambiente se desplazaron a la zona, donde ya trabajaban cuatro dotaciones terrestres de los bomberos catalanes, para reforzar a los equipos de extinción aragoneses e impedir que las llamas que se propagaban en dirección descendente desde Castanesa obligasen a realizar desalojos preventivos en Vilaller.

El parte facilitado por la Generalitat en la tarde de ayer indicaba que el fuego se encontraba “en el límite del término municipal de Vilaller”. No obstante, no fue necesario proceder a la evacuación de la población.

En fase de control

A pesar de que el perímetro del fuego está acotado, las autoridades aragonesas ven preocupadas la situación porque las labores de extinción avanzan con más lentitud de la deseada. El operativo antiincendios desplazado en la zona y compuesto por más de 300 personas se veía ayer incapaz de frenar el frente activo, sobre todo porque el viento impedía el trabajo de los hidroaviones.

El consejero aragonés de Agricultura y Medio Ambiente, Modesto Lobón, cifró en 1.200 o 1.300 las hectáreas de bosques carbonizadas en tres días en los municipios de Montanuy y Les Paüles. Este fuego, al igual que los del Pirineo de Lleida, podría haberse originado a partir de una chispa. Los vecinos de tres de los 14 núcleos desalojados ya han vuelto a sus casas.

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Por otra parte, una cincuentena de dotaciones de los bomberos de la Generalitat siguen trabajando, apoyadas por tres helicópteros, en los fuegos de Girona y del Pirineo de Lleida, que se encuentran controlados o en fase de control. En el fuego de Santa Cristina d’Aro y Llagostera trabajan 18 dotaciones terrestres y un helicóptero, que centran sus tareas en remojar el perímetro y las zonas humeantes. En fase de control está también el incendio de Gerri de la Sal (Pallars Sobirà), donde trabajan 16 dotaciones terrestres.

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