Las quejas por los recortes marcan las protestas del Día de la Mujer
Miles de personas se manifiestan en las calles en defensa de la igualdad real
Miles de personas salieron ayer a las calles de Valencia, Alicante y Castellón con motivo del Día de la Mujer Trabajadora para clamar un año más por sus derechos, contra la discriminación y, en esta ocasión, también contra los recortes. Las reformas del Gobierno central y los ajustes presupuestarios de la Generalitat se llevaron buena parte del protagonismo.
En Valencia, unas 2.000 personas salieron a la calle. Encabezadas por una pancarta del Movimiento Feminista que clamaba Contra el ataque patriarcal, los congregados reivindicaron la igualdad del sexo femenino: “Es el momento de demostrar que no hay que dar ni un paso atrás”, explicó la senadora socialista Carmen Alborch, que portaba una imagen de la primera llamada femenina a la lucha, “y hoy más que nunca, que todavía hay muchas desigualdades en todos lo ámbitos del poder”. “Además, es perverso que quieran decirnos que pretenden proteger la maternidad cuando la reforma laboral supone un paso atrás en todos nuestros derechos”, concluyó.
Pancartas que expresaban No coseremos vuestros recortes o gritos de “Somos guapas, somos listas, somos todas feministas” y el repetido “Nosotras parimos, nosotras decidimos” acompañaron una marcha que cubrió desde el parque del Parterre hasta la plaza de la Virgen por la calle de la Paz. “Por mucho que se hable de igualdad, aún queda mucho por hacer. La mujer sigue trabajando fuera y en casa mientras el marido mantiene el rol de ayudante”, explicaba Salva, un estudiante de Educación Social.
Encina García y Teresa Meana, portavoces de la asociación feminista, portaban un manifiesto en el que se exigía que la mujer sea parte activa de las decisiones sociales, que las oportunidades de trabajo y la remuneración sean similares para todos, y un aborto libre y gratuito: “Estamos muy cabreadas porque nos parece que la crisis está afectando directamente a la mujer y que los recortes van a agravar nuestra situación”, resumían.
Una pancarta reza: 'No coseremos vuestros recortes'
En Alicante, un millar de personas (700 según la Policía Nacional) se manifestaron por la céntrica avenida de Maisonnave, principal arteria comercial de la ciudad, para discurrir después por la avenida de la Estación y terminar ante la Subdelegación del Gobierno. “Todos los 8 de marzo son importantes, pero este está especialmente marcado por los recortes. Ante situaciones extremas siempre las mujeres salen peor paradas”, defendió la coordinadora de la plataforma feminista de Alicante, Sefora Bou.
La protesta transcurrió en un aire festivo, con representantes de los colectivos feministas, sindicatos y partidos de izquierda, entre gritos de “no es una crisis, es una estafa”, o “queremos empleo, trabajo ya tenemos”.
Y en Castellón, unos 300 participantes (70 según la policía) se manifestaron en una protesta que salió de la plaza de la Paz a las siste y media de la tarde. Las manifestantes lanzaron gritos contra los recortes y las reformas pero también por su derecho a decidir sobre su maternidad. No obstante, no se vieron carteles ni lemas directos tras las manifestaciones realizadas ayer por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
También acudieron a la marcha las trabajadoras del centro de acogida de mujeres maltratadas, quienes han anunciado una huelga tras cinco meses sin cobrar la nómina. Los sindicatos aprovecharon para criticar la brecha salarial, que en Castellón “llega a alcanzar una diferencia de 6.000 euros anuales”, indicaron desde CC OO.
Sin cobrar en el centro de mujeres en riesgo de Castellón
Las 22 trabajadoras del centro para mujeres en riesgo de Castellón, una casa de acogida para víctimas de la violencia de género, irán este mes a la huelga en protesta por los cinco meses de retraso en el pago de sus nóminas. “Desde octubre no hemos cobrado y no vemos otra solución”, manifestó ayer una de las trabajadoras del centro. La residencia está gestionada por la empresa Aser a través de un contrato de la consejería de Justicia y Bienestar Social que finalizará el próximo mes de junio.
La mayor parte de las empleadas optaron a mediados de enero por demandar a la empresa por el impago de las nóminas. Ahora, dos meses después, han decidido convocar una huelga y no descartan que sea indefinida hasta que se solucione la situación. La casa de acogida, que tiene 35 plazas para mujeres víctimas de maltrato y sus hijos, está prácticamente al completo.
Desde la consejería aseguraron ayer que han pagado a la empresa hasta el mes de noviembre incluido y culpó a Aser de los retrasos en las nóminas. Una de las afectadas apuntó ayer que, según la empresa, “este ingreso no se ha efectuado”.
Por otro lado, el Consell ya ha sacado la licitación para renovar el contrato de gestión de la casa de acogida. La nueva adjudicataria (desde consejería anunciaron que no repetirá la actual) deberá comenzar a trabajar a partir de junio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.