PP y PSOE cambiarán de nuevo la Ley Electoral para favorecer el voto emigrante
Ambos partidos, de acuerdo en suprimir la obligación de solicitar el sufragio
La reforma de la Ley Electoral para dar mas garantías al voto de los residentes ausentes parece haberse quedado vieja antes de que transcurra un año desde su aprobación. La drástica reducción de votantes que ha supuesto la implantación del voto rogado ha llevado a PP y a PSOE a incluir sendas resoluciones en sus congresos, recientemente celebrados, en las que se reclama la adopción de medidas para corregir esta gran bajada de la participación registradas en las últimas elecciones generales. El pasado martes se reunieron en Madrid los máximos responsables de ambos partidos en materia de Emigración, Alfredo Prada, por parte del PP, y Carmela Silva, por los socialistas, y acordaron iniciar el proceso para reformar la ley y eliminar de la misma el polémico requisito de que los emigrantes tengan que solicitar el voto para poder ejercer su derecho a participar en las elecciones.
Para dar una idea de lo que supuso la implantación del voto rogado, basta señalar que en las elecciones generales de 2008 se registraron en Galicia un total de 113.513 votos procedentes del exterior, mientras que en los comicios de noviembre de 2011 la cifra se redujo a 16.067 votos. En el conjunto de España la evolución es similar, con una caída de más de 300.000 sufragios entre ambas convocatorias.
Alfredo Prada explica que tras la reunión con Silva se ha alcanzado un principio de acuerdo con los socialistas para emprender una nueva reforma para facilitar una mayor participación de los emigrantes. “Desde el PP apostamos por fomentar el voto en urna en los consulados, si se liberaliza el ruego del voto habrá una mayor participación”, indica Prada, quien aclara que no está sobre la mesa que los emigrantes puedan recuperar el derecho a votar en las municipales. Populares y socialistas volverán a reunirse después de Semana Santa para seguir avanzando en el diseño de la reforma, tras consultar a sus organizaciones en el exterior y a las asociaciones de emigrantes.
Los nacionalistas coinciden en apostar por el voto en urna en la emigración
Carmela Silva apuntó que la última reforma consiguió crear “una gran seguridad jurídica” para el voto emigrante pero la cara negativa estuvo en el gran descenso registrado en la participación. “Hay una reclamación casi unánime de que el voto rogado no ha funcionado”, explica Silva, quien aboga por no repetir errores del pasado y consultar a los propios partidos en el exterior y a las asociaciones de emigrantes antes de emprender la nueva reforma. Aparte de la cuestión de eliminar el voto rogado, la responsable de Emigración del PSOE aboga también por abordar cuestiones como la implantación del voto en urna y de la circunscripción única para la emigración. Silva señala que PP y PSOE coinciden en la necesidad de habilitar mecanismos que favorezcan la mayor participación de los emigrantes y añadió que se pondrán en contacto con los demás grupos parlamentarios para intentar que la nueva reforma cuente “con el mayor consenso posible”.
Para el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, resulta “inaudito” que los dos partidos mayoritarios se planteen una nueva reforma de la ley cuando hace tan poco tiempo que se aprobó la anterior y asegura que el aumento de la participación no debe obtenerse a costa de “relajar las garantías democráticas con las que cuenta el sistema’. Jorquera se muestra favorable a la implantación del voto en urna en la emigración, pero advierte que la participación puede reducirse “aún más” ya que hay muchos lugares donde no existe un número suficiente de votantes como para llevar las urnas hasta allí. “Estamos dispuestos a estudiar nuevas reformas, si tienen el espíritu de la realizada en la pasada legislatura y suponen mejorar aún más el sistema”, añadió.
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