Botella no adoptará medidas extraordinarias ante la falta de lluvias

En una entrevista en la Cope, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha informado esta mañana de que no se adoptarán medidas extraordinarias como cortes de tráfico o avisos luminosos en la M-30 ante la falta de lluvias de este invierno, "el más seco desde el año 40", para añadir en que confía en las iniciativas del plan de Calidad del Aire, pendiente de aprobación definitiva, para paliar la boina de contaminación que sufre Madrid. Y en la lluvia, claro, aunque las estimaciones que maneja el Ayuntamiento apuntan a 10 días más sin caer una gota.

Entre otras medidas contempladas en el plan, el Consistorio pretende reducir la contaminación cobrando un 10% más por aparcar en la almendra central a partir del verano, convirtiendo los barrios de Justicia y Universidad y el entorno de Ópera en áreas de prioridad residencial y peatonalizando más calles -Carretas, Cava de San Miguel, travesía del Arenal, plaza de Celenque y el entorno de Conde Duque-.

"No nos planteamos en este momento tomar una medida extraordinaria aparte de las que ya hemos tomado", ha subrayado Botella, para remitirse a los primeros autobuses con filtros catalizadores, puestos en marcha en febrero, y a la línea de subvención destinada a que los taxistas reconviertan sus coches en vehículos limpios.

El año pasado por estas fechas, cuando un anticiclón prolongado hizo que la contaminación por dióxido de nitrógeno fuera muy elevada durante dos semanas seguidas, el Ayuntamiento decidió usar los paneles informativos de la M-30 para alertar de la situación y pedir a los madrileños que usaran el transporte público. No estaba obligado a ello, según su propio protocolo, pero días antes Barcelona había tomado la decisión de reducir la velocidad de entrada a la ciudad para tratar de rebajar los niveles de polución. Los madrileños hicieron caso omiso a las recomendaciones.

Madrid incumplió en 2010 los límites legales de contaminación marcados por la Unión Europea y en 2011, lejos de mejorar, la calidad del aire ha empeorado, según recogía el informe anual de Ecologistas en Acción, que ayer dio a conocer su estudio de toda la Comunidad. La capital registró 45 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno, un gas tóxico procedente en su mayor parte del tráfico rodado. En los primeros meses del año, la falta de lluvia ha empeorado la situación: la red municipal, compuesta por 24 estaciones de medición, ha registrado entre el 1 de enero y el 29 de febrero una media de 54 microgramos, un 35% por encima del límite. En la región, según los datos conocidos ayer, Coslada, Getafe y Leganés también superan el máximo permitido.

Según publica hoy este diario, el Gobierno de Esperanza Aguirre ha pedido cinco años más para cumplir la ley europea en el Henares y el sur, una moratoria que la capital aún no ha solicitado. Al respecto, Botella ha explicado que el periodo de información pública del plan de Calidad, que será la base de la solicitud, está a punto de terminar y será entonces, una vez sea aprobado definitivamente, cuando el Ayuntamiento lo envíe a Bruselas y pida cinco años más para cumplir con los parámetros exigidos.

También ha recordado la existencia de un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid que hace una transposición de esas medidas. Según dicho estudio, Madrid cumplirá con los parámetros establecidos en 2015. Después de confiar en que cuando llegue la primavera comience a llover, la alcaldesa ha lamentado que "desgraciadamente" en Madrid ha disminuido el tráfico, en parte por culpa de la crisis.

La alcaldesa también ha avanzado que el Ayuntamiento renuncia a peatonalizar las zonas céntricas previstas en el plan porque "no se lo puede permitir". Es el caso, por ejemplo, de la zona de Justicia, un punto del corazón de la capital del que se iban a erradicar los coches, según recogía el programa electoral con el que el PP concurrió a las elecciones de mayo.