Facenda promete que no habrá más recortes pese a que el Estado dará 250 millones menos

Galicia recibirá del Estado este año 250 millones de euros menos respecto a 2011. Esta bajada en los ingresos, sin embargo, no supondrá ejecutar nuevos recortes en las cuentas de la Xunta porque “van a ser compensados” por medidas como la rebaja en el gasto de la función pública —estimada por Facenda en 80 millones—, el ahorro en medicamentos —60 millones— y los 100 millones más que Galicia podrá sumar a su previsión de déficit, ya que la Xunta ajustará el desfase entre gastos e ingresos para este año —que había establecido en el 1,3%— hasta el 1,5% que, como máximo, permite el Gobierno de Mariano Rajoy. De los 15.000 millones que les toca recortar a las comunidades, a Galicia le corresponde un 0,4%.

La conselleira de Facenda, Elena Muñoz, consideró que los ajustes “serán menos gravosos para los gallegos” en comparación con otras comunidades por la “responsabilidad y rigor” de la Xunta que, dijo, “se adelantó” con estas medidas. Muñoz, que el martes asistió al Consejo de Política Fiscal y Financiera donde el Gobierno comunicó las cifras de las entregas a cuenta a las comunidades, incidió también en que, de haber tenido en cuenta las previsiones de transferencias que el Gobierno de Zapatero les comunicó en junio, ahora tendrían que recortar “670 millones”. En todo caso, insistió en que las políticas del Gobierno de Feijóo seguirán el camino de la “austeridad y de ahorro del gasto improductivo”. La conselleira dedicó gran parte de su primera comparecencia en el Parlamento a defender que Galicia es “la comunidad más solvente, con la hacienda más saneada y con la mitad del déficir de la media de la zona euro”. Frente a su discurso, la oposición le reprochó que “maquille” las cuentas cerrando los presupuestos a 30 de septiembre para cuadrar el déficit y que la deuda acumulada de la comunidad aumente en más de 3.000 millones durante el Gobierno de Feijóo.

“Al precio que sea se cumplen los objetivos de déficit aunque sea con sacrificios humanos”, le reprochó el diputado nacionalista Carlos Aymerich. El “sadismo financiero” que practica el PP, como definió, y sus políticas de austeridad “hunden a Galicia cada vez más en la sima de la recesión”. “El déficit que le preocupa al BNG es el social”, dijo, antes de enumerar el aumento de la cifra de parados, la de ocupados, el recorte en docentes y el aumento en las listas de espera de sanidad. “Lo que están haciendo es cumplir el déficit sobre el papel, pasando el déficit a las familias y a las empresas”, consideró. En el mismo sentido, la diputada socialista María José Caride acusó a la Xunta de “confundir el objetivo con el instrumento” y de “trasladar el déficit de 2011 a 2012”. “El déficit es un instrumento, que es necesario en el contexto económico en el que estamos, pero el objetivo será que la gente tenga trabajo, que pueda desarrollar bien su vida, que se atienda a los dependientes, que los niños tengan una buena educación, que tengamos un programa para que los jóvenes se queden en Galicia y que se incrementen las tasas de natalidad”, afirmó. Según Caride, las consellerías tenían orden en agosto de que no se asumiera ningún nuevo gasto. La titular de Facenda respondió que la Xunta ejecutó el 23% de su presupuesto en los tres últimos meses del año y que cerrar el año supone no atener nuevo gasto, pero sí pagar lo que está en curso. “La estabilidad presupuestaria es necesaria. Es ajustar los gastos a los ingresos y no gastar más de lo que se tiene; es algo que cualquier familia puede entender”, afirmó.

Feijóo dice que trabaja por un banco “solvente y con la dirección en Galicia”

La oposición reprochó además al Gobierno gallego que intente mantener el equilibrio presupuestario pero que se aumente la deuda acumulada de la comunidad en base a las concesiones público-privadas. Así, Aymerich recordó que Galicia tiene 6.971 millones de deuda viva —el dinero que se debe a las entidades financieras, sin contar a los proveedores—, además de los 826 millones que se prevén para el próximo año y más de 3.000 millones “escondidos” en las concesiones público-privadas. “¿Es esto gastar lo que no se tiene?”, cuestionó Aymerich. “Feijóo prometió no gastar un euro más de los que ingresa y ya lleva más de 3.000 de deuda”, apuntó Caride, que acusó a Feijóo de convertir su contrato con Galicia de 14 puntos —que firmó al inicio de su legislatura— en un “fraude”, ya que entre los objetivos no estaba el de contener el déficit. Caride recriminó a la titular de Facenda su discurso positivo sobre la situación económica de la comunidad —Muñoz insistió en que la Xunta tiene la mejor relación entre el gasto ejecutado y el pago a proveedores y la segunda comunidad por detrás de Madrid con menor porcentaje de déficit— porque “Galicia no está ahora mejor que hace tres años”.

El debate económico comenzó antes entre el presidente de la Xunta y el portavoz del PSdeG en el pleno, Pachi Vázquez. El diputado socialista afirmó que la economía gallega “está estrangulada” por la falta de crédito. “Le pido que diga si renunció a un sistema financiero propio. Dígalo claro y sin maquillaje. Diga a los gallegos que nos quedan dos opciones: que nos compre capital extranjero o el Santander, el BBVA o Bankia”, reclamó. Feijóo, por su parte, reiteró que la Xunta “seguirá trabajando por un banco solvente y con los órganos de dirección en Galicia. No cambiamos”. El martes, Feijóo pidió a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que apoye la entrada de capital extranjero en el proceso de recapitalización de Novagalicia Banco.