Prioridades de cajón en el proceso participativo del PAM
Comienza la consulta ciudadana del Plan de Actuación Municipal
Desde hoy y hasta el próximo 3 de mayo, los barceloneses podrán enviar sus aportaciones al Plan de Actuación Municipal (PAM), la hoja de ruta del mandato del gobierno de Xavier Trias (CiU). La consulta presenta varias novedades. La primera, su costo más reducido, según explicó ayer el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn: 385.000 euros frente al millón y medio que se gastó el gobierno anterior. Para ello, Internet será básico en el proceso: el Consistorio reta a los tuiteros que se atrevan a condensar la suya en 140 caracteres en el hashtag#pambcn. También hay una línea telefónica gratuita habilitada, 900 226 226.
Sin embargo, la novedad más importante es el formato. En el anterior PAM, cada ciudadano podía escribir lo que quisiera en su papeleta, muchos hasta optaron por dibujar. El proceso fue bastante criticado. Este año el ciudadano podrá priorizar las 15 propuestas que más le gusten, de una lista de 25 ofrecida por el Ayuntamiento y que han sido elegidas por las cinco áreas del gobierno, explicó Forn. Eso sí, también hay un espacio para plasmar las propias iniciativas. Para tomar la decisión se puede consultar el documento completo preparado por el Consistorio, que incluye 40 objetivos de ciudad, 147 objetivos estratégicos y 219 propuestas concretas. Habrá 130.000 formularios en centros cívicos, transporte público y oficinas de atención al ciudadano.
El Ayuntamiento de Barcelona no ha tenido buena suerte en sus procesos participativos. Dos ejemplos son la fallida votación sobre la reforma de la Diagonal —donde participaron 172.161 barceloneses, el 12,1% del censo— y la misma consulta del PAM de la era Hereu, en la que depositaron sus ideas casi 26.000 ciudadanos. Los mecanismos diseñados con todas las buenas intenciones de ajustarse correctamente a la envergadura del proceso fallaron. Forn no se arriesgó a calcular cuántas personas podrían participar en el proceso, aunque invitó a los vecinos de Barcelona a hacerlo masivamente.
Dentro de la papeleta de este año se incluyen propuestas tan repetidas como etéreas y que suenan más a objetivos estratégicos que a propuestas concretas: “Coordinar al máximo la actuación entre el Ayuntamiento y la Generalitat de Cataluña”; “trabajar por una ciudad cohesionada socialmente, apostando por la igualdad y la no discriminación”; “promover el acceso a la vivienda de calidad”, y “el presupuesto del Ayuntamiento tiene que estar en Internet al alcance de todos”. Algunas otras salen calcadas del programa electoral de CiU: “impulsar la integración y la conexión del puerto, aeropuerto y Zona Franca”.
Forn ha defendido la idea de la priorización porque “el tríptico tiene unas dimensiones reducidas. Lo que nosotros no podemos hacer es un tríptico en el que salgan 210 propuestas”, argumentó el primer teniente de alcalde. El proceso también servirá para el diseño de los Planes de Actuación de Distrito (PAD).
“Este año no hacemos campaña de televisión, radio, ni tendremos patinadoras paseando por la Diagonal”, ironizó Forn. Durante la consulta para la reforma de la avenida, unas chicas en patines animaban la participación en la votación. El teniente de alcalde anunció que este año “serán los concejales los que irán patinando para animar la participación”.
Si hay un consenso político, Trias espera aprobar el PAM antes de otoño. Además de las propuestas concretas, el plan establece invertir 1.909 millones este mandato, ahorrar el 15% de sus ingresos y alcanzar el déficit cero en 2013.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.