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Fernando Blanco viajó a Camerún con Dorribo para un negocio eólico

El empresario aseguró a la juez que compró un diamante para el exconselleiro

Se lo dijo primero a la juez Jorge Dorribo y después lo confirmó el administrador de Aeronaves del Noroeste, SL, la empresa contratada para llevar, por 74.000 euros que pagó una de las firmas de la trama, a siete personas a Camerún. A finales de junio de 2009, recién salido de la Xunta, el ya entonces exconselleiro nacionalista de Industria, Fernando Blanco, se montó en el aerotaxi de alquiler, para un viaje de cuatro días rumbo al país africano junto con el jefe de la trama Campeón, el exportero del Deportivo, Jacques Songo'o, y otras cuatro personas. Iban, según Dorribo, en calidad de socios a establecer un negocio eólico, y por este mismo motivo, la juez llamó a declarar como testigo, hace pocos días, al propio exfutbolista. En la documentación, en ocasiones farragosa, que ha presentado el empresario lucense en últimos meses, Blanco aparece como socio de varias firmas.

Dorribo y Fernando Blanco entablaron amistad cuando el nacionalista era concejal del gobierno bipartito de Lugo. Dorribo explica que otro empresario lucense, Eduardo Amigo, logró gracias al político la concesión de la limpieza urbana y que, como pago a sus servicios, recibió dinero y un diamante que fue precisamente a comprar a una joyería de la ciudad el dueño de Nupel por más de 7.000 euros.

Llegaron enseguida las elecciones municipales, y tal y como le explicó Dorribo a la juez Estela San José, había que alimentar al partido. Se solían ver en Tempo, la relación era cercana (el propio Blanco reconoció a este diario el año pasado que había una amistad), y entre otras cosas, según Dorribo, hablaban de dinero. El empresario farmacéutico asegura que Blanco le sugirió que al BNG le vendría bien alguna aportación para apoyar la campaña del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores. Pero según Dorribo, la campaña que cree que financió fue la de Lugo. En 2007, entregó a Blanco dos sobres que contenían, en total, 55.000 euros. Después, tal y como se afirma en la misma declaración, siendo ya conselleiro, Blanco le pidió a Dorribo otros 50.000 euros, en forma de patrocinio oficial, para el expositor de su departamento en el Pabellón de Galicia de la Expo de Zaragoza.

En los libros contables de Laboratorios Asociados Nupel, SL, la Agencia Tributaria encontró unos asientos cuando menos sospechosos: en abril de 2007, figura un pago de 18.000 euros en concepto de, literalmente, “patroc. partido político”; y entre noviembre de 2008 y enero de 2009 aparecen otros cinco marcados como “pago consell.” e incluso “pago consell. campaña pub.” de 50.000, 50.000, 10.000, 140.000 y 75.000 euros. Los inspectores señalan a la juez la proximidad de fechas que se produce entre estos cinco últimos pagos y la aprobación de una subvención a fondo perdido a Nupel, comunicada el 6 de noviembre de 2008 por la Consellería de Innovación e Industria que, por entonces, dirigía Blanco.

Blanco negó a la juez cualquier cobro de comisiones, pero Dorribo declaró que había pagado directamente al exconselleiro 200.000 euros a cambio de la importante subvención, que se iba a dedicar a maquinaria de llenado para el proyecto unidosis. Por este motivo también están imputadas otras dos personas que formaban parte del equipo de Fernando Blanco, entre ellos el que con él ocupaba el cargo de director general de Investigación e Desenvolvemento, hoy rector de la Universidade de Vigo, Salustiano Mato. Mato, al que se le atribuyen presuntos delitos de fraude en subvenciones y blanqueo de capitales, tendrá que declarar el jueves por esta causa.

Por su parte, Fernando Blanco aparece citado durante el sumario en muchas más ocasiones. Dorribo le habría ofrecido el formar parte de su entramado empresarial cuando era conselleiro, y como el cargo le impedía, hasta varios años después de ostentarlo, participar en empresas relacionadas con su departamento, Blanco habría aceptado entrar, haciendo ya efectivas diversas aportaciones económicas, a través de un testaferro que, según Dorribo, era Xoán Manuel Bazarra, jefe de gabinete de la consellería.

Dorribo dice que existe un documento en poder de Fernando Blanco que demuestra el pacto. Un contrato privado por el que el exdiputado del BNG podría ocupar su puesto en las empresas una vez vencido el periodo de incompatibilidad. Según el principal imputado en la operación, Blanco le entregó un día 300.000 euros dentro de una bolsa como pago en efectivo de su participación en la red empresarial. Así, siempre según Dorribo y con testaferro, habría percibido un 12% de Tramipharma y un 18% de Innova. Hay extraños documentos que lo vinculan con los negocios de Rábade y Andorra. Y de la tarta de Ecovalen, el negocio de renovables con filial en Camerún, poseería un 20%. Siendo conselleiro, recibió al ministro de Energía de aquel país (una visita organizada por Nupel) y lo llevó a Sotavento para demostrarle que Galicia era toda una potencia eólica.

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