Xavier Montsalvatge, a fondo
Una exposición en Barcelona recrea la vida y obra del compositor en el centenario de su nacimiento
Xavier Montsalvatge i Bassols habría cumplido 100 años el próximo domingo. Si todavía viviera, su obra seguiría siendo tan moderna, tan contemporánea como lo fue siempre, y tan fructífera como el diálogo que como gran artista estableció en cada momento con su tiempo. Todo esto se hace patente en la deliciosa exposición de cámara que desde este martes puede verse en Palau Robert, en Barcelona, que permite seguir no solo su carrera profesional, sus partituras y sus grabaciones, sino también la vida personal de uno de los grandes compositores catalanes del siglo XX.
La exposición estará en la sala 2 del Palau Robert hasta el próximo 10 de junio. Después, gracias a su pequeño formato, se trasladará a la ciudad natal del compositor, al Museo de Historia de Girona. Tras el verano viajará al Círculo de Bellas Artes de Madrid para cruzar después el Atlántico y acabar en la Julliard School of Music de Nueva York, donde podrá verse hasta el 31 de diciembre. La exposición ha sido organizada por la, Associación Xavier Montsalvatge Compositor y comisariada por Jorge de Persia y Jesús Alvira, que han contado con el apoyo total de la familia del músico.
Montsalvatge no era solo un compositor, ni tan siquiera solo un músico, era un artista total, que se relacionaba con pintores escultores y escritores. En este sentido, la exposición recrea con precisión el contexto histórico del arte de la segunda mitad del siglo XX con el que dialogó, y se extiende también a los aspectos más personales y biográficos, como una bella serie de fotografías familiares y de retratos realizados por pintores a través de los cuales se puede seguir la vida del músico, así como documentos muy particulares como obras de arte que le fueron dedicadas o que formaban parte de su colección particular, fotografías, manuscritos, cartas y artículos.
Girona le ofrecerá
La exposición se estructura sobre tres conceptos que sirven también para la globalidad de la conmemoración del centenario: el violín, que simboliza la etapa de aprendizaje y de influencias artísticas; la butaca, que representa el trabajo que desarrolló como crítico musical de conciertos —una de sus actividades más conocidas— y el piano, que simboliza su trabajo como compositor, Estos tres elementos han servido para Mig violí, una butaca i un piano, el documental que se ha elaborado sobre su vida que se estrenará esta semana en la Filmoteca de Cataluña.
Hijo de una familia de banqueros de Girona —“arruinados”, según precisó ayer su hijo— amantes de las artes y filántropos, creció en un ambiente extraordinariamente propicio para desarrollar su talento como músico. En Girona, el próximo domingo, coincidiendo con el centenario, tendrá lugar un concierto conmemorativo a cargo de la Orquestra de Cadaqués en el que se estrenará una pieza inédita del maestro.
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