Aralar toma represalias y suspende de militancia a dirigentes de sus juventudes

La dirección de Aralar ha optado por la vía disciplinaria para actuar contra miembros y dirigentes de su organización juvenil Iratzarri, que el pasado sábado decidieron en una asamblea desvincularse del partido. La Ejecutiva nacional remitió el pasado día 27 sendas cartas a ocho responsables de Iratzarri para notificarles que quedan suspendidos de militancia de Aralar y, al mismo tiempo, advertirles de que se les abre un expediente disciplinario.

La tensión dentro de Aralar va en aumento conforme se acerca la celebración, mañana en Vitoria, de la asamblea que decidirá si la formación concurre en coalición con la izquierda abertzale, EA y Alternatiba a las próximas elecciones autonómicas, como ocurrió con Amaiur en las generales del pasado noviembre.

En la cúpula de Aralar no ha sentado nada bien que la organización Iratzarri, vinculada desde su fundación en 2004 a aquella formación, hiciera pública su separación por discrepancias con la línea política que ha adoptado la formación dirigida por Patxi Zabaleta. Esta decisión les ha costado a algunos integrantes de Iratzarri su expulsión.

Ubera escribe a ocho afiliados para expulsarles de la formación

La secretaria de Organización, Rebeka Ubera, envió una carta al coordinador de Iratzarri, Mikel Anderez, y a otros siete de sus integrantes —Leire Martínez, Laida Elizegi, Gloria Uriarte, Asier Jaio, Iraide Sanchez, Aitor Zabaleta y Unai Baztarrika—, en la que les comunica el acuerdo del comité ejecutivo del partido, adoptado por unanimidad, tras la decisión de las juventudes de desvincularse de la formación. Entre los represaliados está Zabaleta, concejal en Zegama, que ha sido inhabilitado.

En la misiva, tras recordar que los estatutos recogen que Iratzarri es “parte constitutiva” de la formación, se les notifica que la marcha de la organización juvenil “está claramente encaminada a propiciar la ruptura de la estructura del partido”. Al haberse adoptado “con publicidad”, la dirección de Aralar considera que la decisión buscaba “el máximo impacto mediático posible” para “causar daño a la imagen de Aralar”.

El sector crítico considera “agotado” el proyecto político de Aralar

A los ocho jóvenes se les comunica que el acuerdo de desvincularse se tomó “conculcando las más mínimas garantías democráticas por falta de información” y “habiendo vulnerado los derechos de los afiliados, así como los estatutos de Aralar y de Iratzarri”.

Por todo ello, la dirección solicita “la incoación de expediente sancionador por falta muy grave” contra estas ocho personas “con propuesta de resolución de cese en la militancia y baja administrativa como personas afiliadas”. Por la “gravedad de los hechos”, dirigidos a “crear un grave perjuicio social y político a Aralar”, propone “la suspensión cautelar de militancia y sus derechos como afiliados”.

Los representantes de Iratzarri aseguran que esta sanción recae incluso contra jóvenes que se abstuvieron en la votación del pasado sábado.

En este clima de división, el colectivo Aizkorri, que agrupa a una serie de cargos y militantes críticos de la formación en Gipuzkoa, anunció ayer que no acudirá a la asamblea de Vitoria para “no alimentar dinámicas de confrontación interna”. Y además deciden “abandonar” Aralar. Este paso puede suponer la marcha de medio centenar de afiliados, con lo que la militancia de Aralar podría quedar reducida a 150 adscritos. En una nota afirman que no participarán de un cónclave “cuyo objetivo es maquillar, en nombre de la democracia, una decisión ya tomada”. También consideran que “Aralar es un proyecto agotado”: “Quienes nos agrupamos en Aizkorri Taldea, hoy en día apostamos por la digna disolución del partido”.

El cisma podría alcanzar dimensiones mucho mayores si, como parece previsible, la portavoz parlamentaria, Aintzane Ezenarro, y otros integrantes del grupo en la Cámara también deciden ausentarse.