Azkuna aboga por seguir la senda del rigor y adelgazar la Administración

Las cuentas del Ayuntamiento de Bilbao en 2011 aún fueron satisfactorias, pero el alcalde, Iñaki Azkuna, advierte de que en 2012 y 2013 será preciso apretarse el cinturón para no perder pie en la marea de la crisis económica. Así, el primer edil aboga por no perder de vista la “senda del rigor” y la “máxima prudencia” ante la “tremenda situación” que vive el resto de España y defiende la necesidad de “adelgazar” la administración y realizar “inversiones estratégicas”. Entre otras medidas, el Consistorio bilbaíno prevé privatizaciones y la venta de edificios de su propiedad. Además, Azkuna recordó que “no se han cubierto algunas plazas” del personal municipal y se han “unificado” sociedades públicas.

La liquidación del presupuesto de 2011, que el alcalde presentó ayer —es la primera capital en hacerlo, prácticamente un mes después del cierre del ejercicio—, ha concluido con un remanente de tesorería no comprometido de 6,9 millones, dos más que en 2010. La liquidación de las cuentas establece, a juicio de Azkuna, un escenario económico y financiero que, “en los tiempos que corren puede calificarse de satisfactorio”. No obstante, el alcalde advirtió que no se deben “echar las campanas al vuelo” teniendo en cuenta las expectativas de la situación económica general y de las administraciones públicas en particular.

Deuda cero

La ejecución de ingresos alcanzó el 97,58% respecto a las previsiones definitivas, con un total de 518,64 millones de euros y un “buen comportamiento” de todos los capítulos. En el capítulo de gastos, la ejecución se situó en un 92,04%, con un importe de 493,76 millones —frente a los 553,95 del año 2010— y un “constante trabajo de contención de las operaciones corrientes”.

Las inversiones ejecutadas se elevaron a 78 millones, una cantidad inferior a los ejercicios precedentes, en los que se recibieron subvenciones del Gobierno central, que se sitúan en niveles similares a 2003. La deuda viva del Ayuntamiento ha ido amortizándose paulatinamente durante los últimos años hasta su desaparición en marzo de 2011. El pasado ejercicio se cerró con un desfase de 18 millones entre las cantidades entregadas de los fondos de Udalkutxa y la liquidación final de los impuestos concertados. De este modo, el municipio tendrá que devolver en 2012 y 2013 algo más de 26 millones de euros como consecuencia de las liquidaciones negativas de 2009 y 2011.