La Cubana vuelve con un bodorrio

“Es evidente que una boda es una obra de teatro”, asegura el director de La Cubana, Jordi Milán. Y tras varios años sacando novias en sus obras siempre punzantes e hilarantes, ahora La Cubana se ha decidido a dar cuerpo a su obsesión con Campanades de Boda: La historia de una joven catalana -“con dos carreras: periodismo y economía”, aseguran- que se casa con Vickram Sodhi, un actor indio al que conoció en Barcelona, mientras hacía unas representaciones musicales tipo Bollywood. ¿Habrá números musicales ad hoc? No se sabe aún. Estas Campanades de Boda suponen el regreso de la compañía nueve años con una obra original después de Mamá, quiero ser famoso, y de hacer una larga gira con la reposición de Cómeme el coco, negro.

Se trata de una apuesta radical de la compañía catalana. "Puede ser la última obra que hagamos", asegura Milán. Y es que La Cubana ha decidido "gastarse la pasta y que pase lo que tenga que pasar", según el director teatral, que ha montado un espectáculo "con todos los ingredientes propios de la compañía", como son la sorpresa, el juego con el público, el humor y unos personajes tan exagerados como reales. De hecho, la veracidad de la obra cuenta con la firma de vestidos de novia Rosa Clará, que cede un vestido hecho ex profeso y que ha permitido a La Cubana entrar en su mundo y para poder construir la parodia.

Jordi Milán avanzó que la obra será un poco “más clásica” en el montaje

"En las bodas todo el mundo se sabe el guión y sabe qué papel le toca interpretar", asegura jocoso Milán, que considera sorprendente que la gente diga que no le gustan las bodas y luego represente tan bien su papel. Campanadas de Boda desentraña los preparativos de boda de Violeta, la única hija de la familia Rius, que regenta una floristería en Barcelona.

Para los numerosos seguidores de La Cubana hay que revelar una novedad: es un montaje "más clásico" que los anteriores porque durante buena parte de la obra aparece la llamada cuarta pared, esa convención teatral con la que tantas veces ha roto la compañía. Pero seguirá habiendo gamberradas y altercados por doquier.

Con números musicales, con elementos de comedia clásica y con intuiciones bollywodienses, además de con su humor pícaro y punzante, La Cubana promete hacer reír. Desde el 2 de marzo se podrá empezar a acudir al Teatro Tívoli de Barcelona y el 14 de marzo se hará el gran estreno.