Los obispos exigen a ETA que pida perdón a quienes “ha ofendido” y se disuelva

Los tres obispos vascos exigen a ETA que pida perdón “a los que han ofendido” en los últimos 40 años, al tiempo que le reclaman su disolución. Estas peticiones serán formuladas por los prelados Miguel Asurmendi (Vitoria), José Ignacio Munilla (San Sebastián) y Mario Iceta (Bilbao) en sendas jornadas de oración por la paz, que se celebrarán en próximo sábado en las tres capitales vascas.

Según manifestó ayer Asurmendi a Europa Press, la petición de perdón es “un elemento esencial de una verdadera paz reconciliada”. Por eso, los obispos extienden que la banda terrorista debe pedir perdón a “todo aquel que ha ofendido de la manera que sea”, aun sin pertenecer a ETA, incluso “con palabras o acciones”.

Durante el encuentro, se suprimirá la Eucaristía y se sustituirá por una oración, tras la cual, intervendrán los obispos, en cuya homilía invitarán “a los cristianos”, en tiempo de Cuaresma, a que “dispongan su corazón a vivir con paz y en reconciliación”.

El obispo de Vitoria añadió que “a nadie se le pide carné de cristiano”, por lo que ha extendido la invitación al resto de la sociedad. Según dijo, la Iglesia “clarísimamente” se pronuncia junto a “muchas fuerzas vivas en el País Vasco y fuera del País Vasco” para que “el tema de la violencia y el terrorismo acabe definitivamente”. En este sentido, subrayó: “Pedimos que, de una vez ya, la banda diga que se ha disuelto y se ha acabado”.

Los tres máximos responsables de las diócesis vascas tendrán un recuerdo a las víctimas, “que son las que más han sufrido, injustísimamente muchas de ellas”. Por otra parte, exigirán que “con la renuncia a una banda que se disuelve, que pide perdón de todos los errores que ha tenido, en un sitio y en otro, cada uno en su ámbito”, ETA se comprometa a “entregar las armas” porque entienden que es la forma de decir: “hemos acabado en este tipo de acción que hemos vivido durante más de 40 años”, sostiene.

Asurmendi recordó, finalmente, que la Iglesia vasca ha trabajado durante “muchos años” con encuentros, reuniones, oraciones y gestos “por la paz y la reconciliación”.