Panrico: los de arriba votan; los de abajo, no

Arriba y abajo. Los de arriba y los de abajo. Cuartel general de Panrico, Santa Perpètua de Mogoda. Los de arriba son el personal de administración, y desde las nueve de la mañana están votando en el referéndum en el que deben pronunciarse sobre si aceptan 35 prejubilaciones y una importante rebaja salarial (de hasta el 25%), la propuesta de la Generalitat en su papel de mediadora, para evitar el cierre de la planta. Los de abajo son los empleados de producción, los que están en la fábrica, y en su inmensa mayoría no están acudiendo a votar. La afiliación al sindicato CC OO es mayoritaria en la planta, y sus responsables ya avisaron ayer de que no reconocen la consulta. Ellos dan por válida la que celebraron el sábado, en la que rechazaron la rebaja salarial. Pese a todo, 50 empleados de producción han cogido hoy la baja y no han acudido a trabajar, según ha informado la empresa, que ha insinuado que se están produciendo presiones.

La situación es tensa desde hace semanas y hoy alcanza su punto álgido. Lo sabe bien el más antiguo del lugar: José Alfaro Padilla, 43 años en la planta. Su antigüedad le ha llevado hoy a presidir la mesa de votaciones junto al empleado de mayor edad y al de menos antigüedad. "He vivido unas cuantas huelgas y situaciones tensas, pero hoy el ambiente está muy enrarecido", asegura Alfaro. Estamos en el pasillo de administración. El goteo de votaciones es lento pero constante. Y el 95% de los empleados que votan son de arriba: administración, recursos humanos, investigación y desarrollo... Hasta las 11 solo dos empleados de abajo han subido a votar, y con cara de pocos amigos. La notaria contratada para la ocasión, que no pierde detalle, y el guardia de seguridad que custodia la mesa completan la foto de la consulta.

"Los de abajo están muy organizados y no atienden a razones, nos la estamos jugando todos y tal y como está la cosa lo principal es mantener los empleos", asegura un empleado de arriba. "Sí que hay nervios, está todo el mundo muy tenso", remacha otro. Desde la garita de la entrada, Antonio Blanes, califica la votación de "paripé". Es de los que considera que la votación buena es la del sábado. Y desmiente que los sueldos en la fábrica sean un lastre para la competitividad de la instalación, como defiende la empresa. "Yo cobro 1.300 euros y me quedaría en mil", afirma visiblemente enfadado. "Y los 200 millones de pérdidas son de todo el grupo, no de Santa Perpètua", añade.

En la calle está el presidente del comité de empresa de la planta, Ginés Salmerón, de CC OO. Celebra que su gente de producción no esté acudiendo a votar. La jornada de votaciones terminará a las cinco de la tarde. Donde ya han cerrado las urnas es en los otros dos puntos de votación, en las plantas de distribución de la calle de Binèfar de Barcelona y en Esplugues, donde ya han votado el 100% de los empleados convocados. En total, están llamadas a votar 374 personas en Santa Perpètua y 256 de los nueve centros de distribución, donde el sindicato mayoritario es UGT y sí acepta la propuesta.

La empresa ha advertido de que si la plantilla no acepta la rebaja, presentará un Expediente de Regulación de Empleo y cerrará la planta.