Sant Pau para turistas

Desde el edificio central del recinto histórico de Sant Pau, en pleno proceso de rehabilitación, se ve la Sagrada Familia, que cada año visitan millones de turistas. Sin querer llegar a los niveles de saturación que se producen en el templo de Gaudí, los actuales gestores del conjunto de Lluís Domènech i Montaner ven en el turismo una fuente de ingresos para seguir con la rehabilitación del recinto y contribuir a su mantenimiento, una cifra inicialmente calculada en unos tres millones de euros anuales. Sin dejar de lado el programa de contenidos para los pabellones de Sant Pau, trazado por la que fue su gerente, Gemma Sendra, destituida el pasado mes de enero, ahora la prioridad es abrir el recinto a la ciudad y explotarlo como fuente de ingresos. Jordi Bachs, que ha asumido la dirección de la reforma del recinto y es gerente de patrimonio de la Muy Ilustre Administración (MIA), considera que la parte de Sant Pau que se incluirá en la ruta turística estará acabada a finales del año próximo.

En una propuesta realizada por Sendra y presentada a los miembros de la MIA en abril de 2011 para su estudio, se planteaba destinar parte del pabellón central (el que fue la administración), el de Sant Jordi y el de Santa Apolònia (ambos de pequeñas dimensiones) a las visitas turísticas, y situar el centro de interpretación del modernismo en el pabellón de Sant Salvador. También se incluye en el espacio visitable parte de la red de pasillos subterráneos, una de las particularidades del recinto.

La rehabilitación en esas piezas se encuentra en diferentes fases: en el pabellón central ya se han terminado los trabajos en los elementos exteriores —cristaleras y mosaicos—, pero se acaban de adjudicar las instalaciones y el fin de las obras se calcula para mediados de 2013. Los de Sant Jordi y Santa Apolònia ya están terminados, y el de Sant Salvador no estará listo, según los cálculos, hasta 2014.

La previsión de visitantes que se hizo era de unos 600.000 al año y el precio de las entradas de 12 euros, el mismo que se cobra en el Palau de la Música, también de Domènech i Montaner. De hecho, el año pasado ya se empezaron a realizar visitas guiadas y 11.000 personas se pasearon por el recinto en obras.

El precio de las entradas

Pero el proyecto turístico concreto no está cerrado todavía y no se descartan más usos en el recinto, como un hotel. Esa posibilidad se planteó hace unos días en un encuentro entre dos responsables del Ayuntamiento de Barcelona; el hotelero y director de Turisme de Barcelona, Jordi Clos, y los dos canónigos de la MIA, según apuntaron fuentes conocedoras de esa reunión. El área de Hábitat Urbano ha retomado el plan especial de Sant Pau, un recinto en el que estaba previsto abrir un vial. También se está trabajando en un plan de movilidad. Dentro del recinto hay un aparcamiento y se está construyendo otro con capacidad para dos centenares de coches.

El Ayuntamiento tiene mucho interés en poner en forma el recinto, y también la Generalitat. Son las dos administraciones que están en la MIA junto con los dos canónigos del capítulo catedralicio, que son los más reacios a grandes cambios, sobre todo si comportan gastos.

Un instituto de

La destitución de Sendra, que llevaba tres años al frente del proyecto, supondrá más cambios en Sant Pau. De entrada, su puesto lo cubrirá otra persona que gestionará el programa de contenidos de los pabellones. Sendra fue destituida con la excusa de una “reorganización” de los órganos de dirección de Sant Pau. Su cese fue decidido por la Generalitat y el Ayuntamiento, ambos de CiU, que enseguida obtuvieron el plácet de los canónigos, con quienes la exgerente tenía una relación difícil.

Sendra creó su equipo y dentro de este confió la gestión de las obras —concursos, licitaciones y adjudicaciones— a la empresa Fira 2000. Es muy probable que esa responsabilidad sea gestionada de otra manera tras una “revisión de los planes”, en palabras de Bachs. Varias fuentes consultadas apuntan que el control de las obras podría ser asumido por el Incasòl, cuyo director es Josep Anton Grau, patrono de la MIA por designación del alcalde, Xavier Trias. Este diario no ha conseguido contrastar este dato con Grau. El volumen de trabajo que se ha desarrollado en los últimos tres años y el que queda por delante es muy importante. Trabajan en las obras 20 equipos de arquitectos e ingenieros, y 17 empresas constructoras. La inversión es considerable. De los 105 millones de euros presupuestados, ya se han ejecutado 62.

Y también hay mucho recorrido por delante en cuanto a la concreción de los pabellones una vez rehabilitados. El Instituto Internacional de la Universidad de las Naciones Unidas se instalará el próximo mes de septiembre en el pabellón de Sant Manuel. Para la primavera de 2013 está previsto que el Instituto Forestal Europeo (EFI) ocupe el pabellón de Sant Leopold. Y el tercer programa cerrado es el de una sede de la organización ONU-Habitat, dirigida actualmente desde Nairobi por el ex alcalde Joan Clos. Otros acuerdos, también con instituciones y organismos internacionales, gestados por Sendra no están todavía cerrados. Uno de ellos era un programa de sistemas sanitarios de la OMS; otro, uno de la FAO, y también se intenta atraer a Sant Pau una secretaría internacional de la GWOPA, la Alianza Global de Asociaciones de Operadores de Agua y Saneamiento.