Oficinas con dos entradas y actividad inmobiliaria

Fernando José García Martínez creó Darzal Consultoría y Prevención, SL en 1999 junto con José Luis Suárez González. Ambos habían montado tres años antes Geseco, otra próspera sociedad que disfruta importantes contratos de la Consellería de Medio Ambiente, de la que Suárez es ahora vicepresidente y que García, que fue su presidente y consejero delegado, abandonó tras montar y quedarse solo en Darzal.

La consultora comparte oficinas con Segurinco, SL, creada por García en 2002 con el mismo objeto social y de la que es administradora única, Berta Rodríguez Garrido, su esposa. Las dos consultoras, aunque alguna vez participaron en UTE, concursan en numerosas convocatorias con propuestas distintas que ocasionalmente, como en la Comunidad de Madrid, han sido agraciadas con la adjudicación de sendos lotes de una misma obra.

La facturación de Segurinco alcanzó su cota más alta en 2008, con 270.444 euros, hasta que en el ejercicio siguiente, mientras Hacienda investigaba a Darzal, saltó a 1,2 millones, con 450.000 euros de beneficios, que cayeron a la mitad en 2010 pese a que la facturación también superó el millón. Lo más chocante, con todo, es que, compartiendo oficinas y personal, tanto en Vigo como en Madrid, a las mismas se acceda por puertas y calles distintas, según se trate de Darzal o Segurinco, que por lo mismo tienen diferente dirección postal. Como en una comedia de enredo.

Pero las mismas oficinas albergan otra sociedad complementaria de las anteriores, Delft Formación y Auditorías, de nuevo con García Martínez como administrador único, y dos inmobiliarias, Itevivienda, que García administra con su esposa, Berta Rodríguez, y Alfer Promogar, con otro socio, Alfonso Luis García del Río Martínez.

El año pasado Darzal amplió su objeto social a la “promoción, construcción, montaje y compraventa de edificaciones en cuya construcción se empleen materiales ecológicos”, lo que vincularía a la consultora, a posteriori, con la actividad de Las Cinco Jotas, como un hipotético parapeto frente a la instrucción de su presunto fraude fiscal.

García Martínez creó en 2011 otras dos empresas que apuntan al mismo objetivo: Darzal, Arquitectura y Construcción, con igual objeto social de utilizar materiales ecológicos, “especialmente la madera en todas sus variantes constructivas, así como las obras de urbanización anejas”, y Somavi Inversiones, auxiliares financieros para “la negociación y enajenación de acciones y participaciones representativas del capital social de cualquier tipo de sociedad”.