“Hay que recuperar la ilusión y la confianza de la gente”

Cuando tenía 16 años se hizo militante de un partido trosquista, el Partit Socialista dels Treballadors. No tenía antecedentes políticos en su familia y su activismo juvenil estaba más bien ligado a los coletazos de la época franquista. Jordi Martí (Barcelona, 1965), que hoy se convierte en la esperanza del PSC para recuperar la ciudad de Barcelona y en el presidente del grupo municipal en el Consistorio, entró en la arena política por la cultura y a ella se ha dedicado en los últimos 16 años. Licenciado en Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona —y profesor durante unos cuatro años, en su primera incursión en el mundo laboral— tiene cierto aire de maestro cuando expone sus argumentos.

Pregunta. De la política cultural a aspirar a gobernar la ciudad. No está mal el cambio.

Respuesta. La cultura es transversal. De los cuatro pilares del desarrollo: el económico, el social, el medioambiental y el cultural, este último es el que genera un proyecto. Es el más intangible, pero el que hace más atractiva una ciudad. Para entendernos, hay proyectos, como el del complejo de casinos, que se cargaría el modelo cultural de Barcelona.

P. Asume las riendas del PSC en el Consistorio en el momento más crítico...

R. Es muy emocionante. Hemos de ser conscientes de que el socialismo democrático no está en el mejor momento ni en Barcelona, ni en el mundo. En tres años hemos de recuperar la idea de ciudad en un sentido pleno. Y tenemos que recuperar también el espíritu de aquel eslogan de 1979: entra con nosotros a los Ayuntamientos. Hay que recuperar la confianza y que la gente piense en 2015 que somos los suyos.

P. ¿Adiós a las épocas urbanísticas de Pasqual Maragall y Joan Clos y al acento en la política social de Jordi Hereu?

R. En el espacio público y en las infraestructuras se ha trabajado mucho tiempo. Ahora hay que centrar el foco en el área metropolitana y en reciclar las zonas que lo necesitan más, como el Besòs para cerrar la fractura urbana. Y en la economía del conocimiento, pero, sobre todo, en la educación.

P. ¿Se ve más cerca de oposición pura y dura o de pactos?

R. La alternativa también pasa por ser una oposición útil y constructiva. Si el PSC antepone los intereses partidistas a los de la ciudad, haremos un flaco favor a la posibilidad de gobernar en el 2015.

P. Por ejemplo, ¿se ve pactando la reforma de Glòries con Xavier Trias?

R. Lo que creo es que es un error garrafal cargarse todo el trabajo que se ha hecho. Pero estamos dispuestos a discutirlo. Me puedo poner en la piel de los que gobiernan porque lo hemos hecho muchos años.

P. ¿Y los presupuestos?

R. Eso es más difícil. Y, además, ya hemos visto en qué ha quedado la socialdemocracia de la campaña de CiU, que ha acabado entregada al PP.

P. Conoce a fondo la gestión cultural, pero ¿y el trato directo con el ciudadano?

R. Como presidente del distrito de Horta-Guinardó ya lo hago. Sin duda será la parte más estimulante y yo, además, siempre me he dedicado a la acción. Ganas no me faltan.