Hereu: “Doy un paso atrás para sumar”

Inició su andadura en el Consistorio barcelonés hace 14 años y ayer decidió desaparecer de escena. Jordi Hereu fue primero gerente, luego concejal de dos distritos —Les Corts y Sant Andreu— y con la marcha de Joan Clos accedió a la alcaldía en 2006. Y ahí se mantuvo hasta la primavera pasada, cuando perdió las elecciones municipales frente a Xavier Trias (CiU) y el PSC se quedó sin perla en la corona después de 32 años. Ayer Hereu anunció que deja de ser presidente del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento y renuncia también al acta de edil. Permanecerá al frente de la federación socialista de Barcelona y desde allí participará en política pero muy en la retaguardia. Fiel a su estilo, Jordi Hereu ha tomado una decisión y la ha ejecutado cuando estaba seguro de lo que hacía. Aunque bien es cierto que el exalcalde no permanecía sordo al ruido de sables que había en su partido tras el fiasco de las elecciones municipales. Pero este desamor tenía sus raíces en secuencias anteriores: cuando el PSC no le quiso como candidato y él se impuso en las primarias a Montserrat Tura. La realidad se encargó del resto: ser alcalde para después pasar a jefe de la oposición no es un camino fácil.

Pregunta. Hace nueve meses, cuando perdió las elecciones aseguró que ejercería como jefe de la oposición. Y ahora se retira. ¿Qué ha pasado?

Respuesta. Todo ha sido un proceso. Después del resultado electoral había que asumir la transición y construir una oposición. Ahora creo que lo que hay que hacer es dar paso a una nueva alternativa. Ahora toca generar nuevos liderazgos.

P. ¿No se siente legitimado para seguir al frente del grupo municipal? ¿No tiene liderazgo?

R. Pueden más los argumentos de abrir una nueva etapa que la seguridad que yo pudiera aportar. Estoy convencido de que hacen falta nuevos líderes y ahora es un buen momento en nuestra organización, y debemos lanzar un mensaje entendedor para la gente. Que la renovación es de verdad porque yo me voy.

"Debemos lanzar un mensaje entendedor para la gente: que la renovación es de verdad porque yo me voy"

P. ¿Pero lo hace forzado por el partido y las circunstancias o se lo pedía el cuerpo?

R. Tienes la duda de si tú puedes ser útil en un momento preciso. Pero si ves claramente que hay que dar paso a otra gente y que así la alternativa del PSC puede ser percibida de una forma más nítida, pues te vas. Yo me llevo errores del pasado y el orgullo de todo lo que hemos hecho en positivo. Y así puedo ayudar a que otras personas, como Jordi Martí —edil en el Consistorio—, den un paso al frente. Él es mucho más futuro que pasado y eso es positivo. Por eso lo he decidido y creo que lo mejor es hacerlo en el congreso de la federación socialista de Barcelona. Esto no se podía solucionar solo con ponencias renovadoras o con cambios en la ejecutiva. Doy un paso atrás para que el PSC sume.

P.  ¿Cuándo tomó la decisión?

R. Yo siempre he puesto a Barcelona como prioridad. Y mi aportación personal estaba al servicio de un proyecto. He llegado a la conclusión de que ahora deben pasar otros delante para que el PSC aflore con fuerza en Barcelona. Lo he ido madurando en los últimos meses y debatiéndolo en las últimas semanas.

P. ¿Ha sido muy difícil ser exalcalde?

"La federación del PSC de Barcelona ha resintonizado con el partido"

R. Todos hemos de aprender de una nueva situación. El grupo municipal socialista ha aprendido, se hizo un traspaso modélico y ha asumido un nuevo rol, que no es fácil.

P. Jordi Martí ¿es el mejor candidato?

R. Será el presidente del grupo municipal y es una condición necesaria para liderar la alternativa. No le damos un cheque en blanco, le damos la capacidad de construir un nuevo liderazgo. Después ya se verá en las primarias. Pero a partir de mañana, todos con Jordi Martí y con su nuevo liderazgo. Este gobierno —el de Xavier Trias— empieza a generar la necesidad de alternativa. Por acción y omisión. CiU empieza a generar un vacío de modelo de ciudad y nosotros tenemos que construir la alternativa.

P. ¿Por qué no se renueva la federación? Usted se aparta, pero no lo hace el primer secretario, Carles Martí.

R. Nosotros tenemos que revisar el discurso de ciudad, pero no el discurso político de la federación, que se renovó en 2008. El proyecto de la federación tiene futuro y Carles Martí lo lidera con fuerza. Tiene una estrategia y un rol dentro del partido y estamos en un nuevo contexto porque la federación de Barcelona ha resintonizado con la dirección nacional como se verá hoy mismo, y eso es muy importante para el proyecto.

P. La consulta de la Diagonal y el episodio de la prostitución callejera fueron algunas de sus crisis más graves. ¿Qué recuerda como lo peor y lo mejor de su paso por el Ayuntamiento barcelonés?

R. Lo peor, dos cosas. Ver como el totalitarismo del terrorismo de ETA destrozaba vidas. Yo era concejal de Les Corts cuando asesinaron a Ernest Lluch y al guardia urbano Miguel Ángel Gervilla. Y otra cosa muy, muy negativa ha sido el impacto de la crisis en muchos barrios de Barcelona. Lo he visto en las caras de muchas personas y eso es muy duro. Lo mejor, sin duda, el honor de haber servido a esta ciudad. Lo más apasionante ha sido el placer de leer la ciudad.