El Ayuntamiento cierra una discoteca por duplicar el aforo permitido
La Policía Municipal descubrió la infracción en una inspección El expediente sancionador ha sido notificado a los propietarios del establecimiento esta semana
El Ayuntamiento de Bilbao ha impuesto una sanción de 15.000 euros y seis meses de cierre a la discoteca Mao-Mao por superar el aforo permitido. Según la inspección policial –que tuvo lugar el pasado mes de septiembre- la discoteca casi duplicaba la cuota de aforo en el momento de la inspección, algo que se considera una infracción grave, según la Ley 4/1995, de 10 de noviembre, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas.
Tras incoar un expediente sancionador, iniciado en el momento de la inspección, el consistorio resolvió el mismo y lo notificó a los propietarios del establecimiento al término lectivo de esta misma semana, momento a partir del cual cuentan con hasta un mes de plazo para presentar un recurso.
En caso de que no medie recurso la sanción se considerará firme y se haría efectiva al término de treinta días. Si los dueños decidieran recurrir la sanción, habría que esperar aproximadamente un mes y medio para conocer la sanción.
Carta de los vecinos
¡¡YA ESTAMOS HART@S!!
Los vecin@s de Ribera de Deusto y Zorrotzaurre, así como las Asociaciones abajo firmantes (Asociación de Vecinos Euskaldunako Zubia; Club de Tiempo Libre Ur- artea; Txitxardin Jai Batzordea; Asociación Cultural Bekoerri; Asociación de Mujeres de la Ribera; hacería arteak y Zwap), queremos expresar nuestro más absoluto hartazgo con la situación que se genera a lo largo y ancho de todo nuestro barrio durante los fines de semana.
Hace ya 14 años que comenzó esta pesadilla, cuando alguien concedió la licencia para uso de discoteca a un pabellón industrial en Zorrotzaurre. No importó la proximidad de edificios residenciales ni que el único acceso obligue a atravesar toda la hilera de viviendas de Ribera de Deusto en horario nocturno y sin transporte público (más de 2 km a la boca de metro más cercana). Desde entonces, e independientemente de los cambios de nombre (Columbus, X-treme y Mao Mao), los vecin@s venimos sufriendo una y otra vez las consecuencias derivadas del incivismo de sus usuarios sin que las múltiples quejas y denuncias, tanto de la Asociación como de particulares, hayan servido para atajar el problema.
Aparte de las dificultades para dormir o tan siquiera descansar, las noches de los viernes y sábados nos deparan toda una serie de molestias e inconvenientes difíciles de sobrellevar. Primero se cebaron con los coches (retrovisores arrancados, lunas rotas, desperfectos en carrocerías, etc.), obligando a cada vecino a ingeniárselas para encontrar un sitio donde “esconder” su vehículo. Después llegó la moda de reventar las cristaleras de los portales, y claro, ahí ya no teníamos el recurso de ocultarlos. La reiteración de estos hechos ha llevado a que varias comunidades ya ni los sustituyan e incluso a problemas con las aseguradoras. En ocasiones han accedido al interior del portal y han reventado los buzones, o sustraído bicicletas de su interior para, acto seguido, lanzarlas a la ría... Y los coches que pasan a toda pastilla y con la música a tope, los bocinazos, los timbrazos en los porteros automáticos a altas horas de la madrugada, los gritos y peleas a lo largo de toda la Ribera... Y así podríamos seguir y seguir durante un buen rato.
Y qué decir del mobiliario urbano... Cuántos contenedores volcados o arrojados a la ría; cuántas papeleras arrancadas de cuajo; cuántas señales y árboles destrozados a lo largo de estos años. ¡Si alguien llevase la cuenta de los gastos ocasionados por su restitución y pagados con dinero público! Imaginamos que las brigadas de limpieza que actúan los fines de semana en los alrededores de la discoteca tampoco serán gratuitas.
Está claro que esta actividad, aparte de ser una molestia con consecuencias en la salud, economía y calidad de vida de los vecinos de Ribera de Deusto y Zorrotzaurre, es igualmente gravosa para el conjunto de la ciudad. ¡Basta ya de tanta negligencia y despilfarro!
Además, no sabemos si como premio, en fechas recientes la discoteca ha visto duplicado su aforo (de poco menos de 500 a casi 1000 personas), y ello cuando tiene abierto un expediente por sobrepasarlo y ya cumplió una sanción por el mismo motivo.
Por si todo esto fuera poco, desde hace ya más de 2 años se ha añadido el asunto del “botellón”, que en nuestro barrio se practica de forma masiva al margen de una normativa en vigor, al parecer, “para el resto de la ciudad”. Con ello el ruido, la suciedad y todo tipo de molestias se multiplican y el horario de las mismas también se amplía.
Por todo ello, hoy los vecin@s procedemos al cierre de la discoteca, aunque de manera simbólica, y pedimos que se subsane el error de base, retirándose la licencia para dicho uso a un pabellón que nunca debiera haberla obtenido teniendo en cuenta su ubicación y otras características del entorno.
Al mismo tiempo, con respecto a la práctica del “botellón”, exigimos el mismo rigor en la aplicación de la normativa que en cualquier otro punto de la ciudad, ni más ni menos. 14 años es mucho tiempo, y... ¡ya estamos más que hart@s!
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