El carril bici suprimido en Castelldefels por inseguro rebajó la cifra de accidentes

“El PP y CiU mintieron para justificar la supresión del carril bici del paseo Marítim de Castelldefels”. Así empieza el comunicado del grupo municipal del PSC en la población del Baix Llobregat donde se explica que un informe de la Policía Local desmiente al alcalde, Manuel Reyes (PP), que justificó su decisión de eliminar el carril apoyándose en que aumentaba la siniestralidad y colapsaba el tráfico.

Los datos de la policía indican que entre enero y septiembre de 2010 (antes de existir el carril) se registraron 18 accidentes en el tramo del carril; en 2011 fueron seis. Además, si en dos de los casos de 2010 hubo bicicletas involucradas (por conflictos con peatones en el paseo Marítim), en ninguno de los seis de 2011 hubo bicis implicadas.

La eliminación del carril bici del paseo Marítim era una promesa electoral y fue una de las primeras medidas que tomó Reyes al llegar a la alcaldía de Castelldefels. Lo suprimió en noviembre, ocho meses después de que lo creara el anterior gobierno municipal, del PSC. El alcalde popular justificó la decisión aduciendo que su objetivo era “garantizar la seguridad en la zona, ya que el hecho de discurrir paralelo al carril de circulación podía ocasionar accidentes”. Pero nunca publicó datos de siniestralidad. Sobre el aumento del colapso de tráfico, argumentó que la presencia del carril bici en calzada, al reducir un carril de circulación de coches en dirección a Gavà, provocaba una mayor congestión y que en verano sería el caos.

El fallecido carril se hizo célebre porque, dos semanas después de desaparecer, el Bicicleta Club de Catalunya (BACC) le organizó un funeral mediático. La creación del carril bici, de cuatro kilómetros, y la conectividad del paseo con calles perpendiculares costó casi 300.000 euros, en parte procedentes del conocido como plan Zapatero de impulso del empleo. Eliminarlo costó 23.600 euros.

El exalcalde Joan Sau (PSC) se ha pasado cuatro meses reclamando los datos a la policía local, asegura. “El informe demuestra que el argumento de la siniestralidad era ridículo, y el del colapso, también: el paseo Marítim lleva toda la vida colapsado”, dice Sau. “No ha habido ni un solo atropello, y no es cierto que no puedan pasar las ambulancias, camiones y autobuses, porque el carril de circulación motorizada es más ancho que antes”, añade, por lo que no descarta volver a llevar la cuestión al pleno municipal. Sau subraya que según los datos policiales de 2010, cuando las bicis convivían en el paseo con peatones y patinadores, sí hubo dos atropellos de ciclistas a peatones.

El presidente del BACC, Joan Valls, recordó ayer que el carril se eliminó “sin que hubiera ninguna demanda social” y que la misma policía municipal se desmarcó de la decisión “recordando que ellos no lo pidieron”. Valls ya criticó en noviembre, el día del funeral, la inexistencia de cifras que justificaran suprimir el carril bici. Además, señaló que las entidades que defienden la movilidad sostenible “han constatado que, coincidiendo con relevos en varias alcaldías”, se han dado pasos atrás, y citó los casos de Sevilla, León y Palma de Mallorca, donde se han eliminado infraestructuras ciclistas o se han reabierto al tráfico calles peatonales.