El grito de Handke en un Teatre Lliure recortado
Lluís Pasqual dirige la obra del austriaco Handke, protagonizada por Eduard Fernández i Boris Ruiz
En Quitt, Peter Handke hace una reflexión sobre los perversos mecanismos del capitalismo y sus consecuencias. Anoche, parecía un tragicómico guiño que en el Lliure la obra del autor austriaco se estrenara bajo la dirección de Lluís Pasqual, 48 horas después de que este anunciara la supresión de tres espectáculos por el recorte presupuestario. Antoni Dalmau, presidente de la Fundació Lliure, recogía con resignación el particular pésame de muchos de los asistentes; en el escenario, Eduard Fernández contemplaba a un Boris Ruiz cuyo grito parecía ser fruto de la situación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.