López planteará a Rajoy ahondar en la colaboración mutua en el final de ETA

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibe mañana en La Moncloa al lehendakari, Patxi López, cuando ambos Ejecutivos han dejado constancia de sus diferencias sobre el final de ETA, sobre todo en materia penitenciaria, pero con la intención por parte del segundo de plantear a Rajoy la importancia de ahondar en la colaboración mutua en el nuevo tiempo abierto por el cese definitivo de la banda.

 “Los presos no van a ser el centro”, recalcan fuentes del Gobierno vasco sobre las posiciones con que el lehendakari se sentará en la reunión, sino la importancia de asentar en Euskadi la convivencia y una memoria compartida entre los demócratas. Si aquí las posturas de ambas partes se aproximan mucho, no así en la política con los reclusos de la banda, como los respectivos responsables de Interior traslucieron en su cumbre de anteayer.

El reconocimiento a las víctimas y la necesidad de un relato auténtico, puntos de acuerdo

López, según fuentes de su entorno, trasladará a su interlocutor ese planteamiento conjunto del que dejó constancia en el decálogo por la convivencia que presentó en el Parlamento vasco el pasado septiembre. “El peso de las decisiones le corresponde a los presos y a la izquierda abertzale y hay que mantener las medidas de firmeza y presión”, prosiguen dichas fuentes, pero a renglón seguido apostillan que “firmeza no significa rigidez”. Y aquí chocan las posturas.

El lehendakari ha defendido públicamente en las últimas fechas que flexibilizar la política penitenciaria sería positivo para avanzar en el proceso del final de ETA. Rajoy le responderá en este punto, según fuentes populares, que “más que exigirle al Gobierno hay que exigirle a ETA”, para convertir en una disolución definitiva el cese de sus acciones.

Estos planteamientos del lehendakari han irritado a su socio de Gobierno, el PP vasco, cuyo presidente, Antonio Basagoiti, ha participado directamente en la cocina de la cumbre. “Su discurso es bastante más incómodo que el peneuvista”, destaca un miembro de su ejecutiva, cuando los populares vascos intentan trenzar una estrategia compartida con el PSOE y el PNV para gestionar el fin de ETA. Un punto de relieve en ese camino es la cita de mañana, a la que seguirá la que Rajoy mantendrá el próximo martes con el presidente del PNV, Iñigo Urkullu.

El Gobierno vasco incide, con todo, en que la reunión no tiene ningún carácter resolutivo y que, tan relevante como lo tratado, es el mismo hecho de mejorar la sintonía personal entre dos dirigentes políticos que apenas se han tratado.

Además de ETA, López quiere abordar la crisis y el equilibrio presupuestario de las administraciones, ámbito en el que incidirá en que la necesaria austeridad no puede “ahogar” la recuperación. El lehendakari también analizará el estado de las relaciones entre Euskadi y la Administración central, cuando ambas partes están debatiendo sus diferencias de criterio sobre la renovación de la ley del Cupo —el dinero que Euskadi paga al Estado por los servicios no transferidos—.