Barcelona rebaja el impacto de la subida del IBI del decreto de Rajoy

Dos discursos para dos ámbitos. CiU ha votado favorablemente en el Congreso el paquete de medidas fiscales de choque impuestas por el Gobierno del PP, entre otras la subida lineal del 10% del IBI para todos los municipios de España, al tiempo que el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, las calificaba de “injerencia y agresión” a las competencias de los Ayuntamientos. El gobierno municipal de la ciudad ha decido laminar los efectos del decreto de subida del IBI introduciendo topes de entre el 4% y el 6% en las viviendas que se vean afectadas por la subida del impuesto. En números redondos, el incremento del IBI supondrá unos ingresos extras –no estaban previstos en los presupuestos aprobados en diciembre– de 20 millones de euros.

De ellos, tres procederán del IBI de las viviendas y los 17 restantes de comercios, aparcamientos y otras actividades económicas. Estos son los más perjudicados por la subida que impone el decreto. El IBI de un comercio, por ejemplo, puede verse incrementado entre 25 y 90 euros anuales según el valor catastral. En el caso de los establecimientos de hostelería, la subida será de más de 300 euros.

El incremento impuesto por el Gobierno central entra en completa colisión con los presupuestos aprobados por el Consistorio, especialmente con la posición del PP, sin cuyo apoyo Trias no habría podido aprobar las cuentas de 2012.  En los presupuestos, se congeló la subida del IPC del IBI,  por exigencia del PP,  y se mantuvo la bonificación por la domiciliación bancaria, también a instancias del partido que lidera Alberto Fernández Díaz. Además, CiU introdujo reducciones en el IAE para negocios y empresas si contrataban empleados. Y ahora esos negocios verán que se incrementa el recibo del IBI.

En cuanto al impacto real del decreto para los miles de barceloneses que tienen una vivienda en propiedad, el 88% de las familias notarán en los recibos del IBI de este año una subida de entre el 4% y el 6% por los topes que se impusieron en 2001 cuando se hizo la revisión del catastro de Barcelona. El restante 12% de los inmuebles sí se veían afectados por la subida del 10% del decreto y para suavizarla el Consistorio ha decidido aplicarles los topes de entre el 4% y el 6% según el valor catastral.

La regidora de Economía del Ayuntamiento barcelonés, Sònia Recasens, no da crédito a que la subida del IBI sea para mejorar las finanzas de los municipios. “Es un regalo envenenado y nos tememos que luego el Gobierno querrá rebajar las transferencias que nos deben liquidar por otros conceptos”, ha señalado.