La labor hercúlea de transformar Madrid
Paz González deja la presidencia del pleno para asumir la difícil tarea de rediseñar la urbe
Siempre ha gozado de la confianza de sus superiores, por eso en su carrera ha ido ocupando puestos importantes: desde la Consejería de Justicia a la presidencia del Pleno. En su caso, a pesar de que muchos de los integrantes del Ayuntamiento de Botella son fieles devotos de Gallardón que han ido acompañándolo a lo largo de su carrera, el caso de González es de considerar, ya que lleva 27 años al lado del ahora ministro de Justicia.
Esta leonesa asume ahora Urbanismo, una difícil cartera que deja Pilar Martínez, que sale del Gobierno, aunque no para irse con el exalcalde. Su cometido principal será elaborar un nuevo plan general para la ciudad y Botella ha elogiado esta mañana su gran experiencia en el sector público, de más de veinte años.
A Gallardón se le daban bien las grandes infraestructuras y tenía ambición para llevarlas a cabo (queden como ejemplos Madrid Río o el macrocentro cultural Matadero), pero dejó algunos asuntos sin resolver, como el blindaje del centro al tráfico como medida para reducir la contaminación y un proceso de peatonalización en el que solo se actuó en las plazas del centro. Además, tendrá que asumir proyectos que Botella "ni se plantea", como la remodelación del Eje Prado-Recoletos.
Tiene un master en Asesoría Fiscal y Tributación, por lo que fue Secretaria General Técnica de la Consejería de Hacienda de la Comunidad. De 2001 a 2003 fue consejera de Justicia y Administraciones públicas, mientras Gallardón era presidente de la Comunidad de Madrid. Sus más cercanos dicen que es "sencilla, pero muy puntillosa", y durante su gestión en la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid (de 2003 a 2007, luego pasó a Obras Públicas hasta 2011), apoyó a Gallardón en la ampliación en media hectárea del parque del Retiro dentro del ya citado proyecto de reforma del eje Prado-Recoletos. Paz González también pasó por el Senado. Gallardón la llevó en volandas hasta la Cámara Alta y allí ejerció de asesora del Grupo parlamentario popular.
El caso Guateque, por el que miembros del Ayuntamiento adjudicaron supuestamente licencias de manera irregular en la zona Centro, le salpicó. David Lucas, entonces portavoz socialista en el Consistorio, le pidió responsabilidades y llego a reclamar su dimisión como concejal de Medio Ambiente, después de que EL PAÍS desvelara que la base de datos de la Concejalía de Medio Ambiente contiene recomendaciones por escrito de una decena de concejales de distrito y altos cargos del PP para dar prioridad y adelantar más de 100 licencias. También se pidió la dimisión de su antecesora, Pilar Martínez, como concejal de Urbanismo.
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