La Diputación de Barcelona, contra el nombramiento de Sintes para el CCCB

La Diputación de Barcelona desaprueba el nombramiento del periodista Marçal Sintes para sustituir a Josep Ramoneda en la dirección del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Previsiblemente, el Ayuntamiento de Barcelona también. El CCCB depende en el 75% de la Diputación y en el 25% del Ayuntamiento. La potestad de nombrar al director recae exclusivamente en el presidente de la Diputación, Salvador Esteve, y al PP el nombramiento de Sintes casi le ha gustado menos que a la oposición de izquierdas, y no está dispuesto a dejar impune la dedocracia convergente.

Ayer, el pleno de la Diputación aprobó una moción —con los votos del PP y el PSC, lo que supone una mayoría absoluta— en la que pide que no se proceda al nombramiento de Sintes. Hoy se repetirá el episodio en el pleno del Consistorio de la capital. Al igual que Esteve, el alcalde de Barcelona, el también convergente Xavier Trias, depende del PP para gobernar y, como ya anunció el jefe del grupo popular, Alberto Fernández Díaz, votará con los socialistas una moción en el mismo sentido.

Lo cierto es que en CiU tampoco hay unanimidad sobre este asunto. Sintes no es exactamente el nombre de consenso de entre los varios que se pusieron sobre la mesa. Ha sido impuesto por una fracción poderosa pero no mayoritaria, la que se agrupa en torno a la fundación CatDem y su líder, el historiador Agustí Colominas, hombre muy próximo al portavoz del Gobierno, Francesc Homs, e inventor del término “masista” para definir la ideología del recién nombrado director del CCCB, por oposición al pujolista Ángel Castiñeira, profesor de ESADE, mucho más respetado en el mundo académico y en buena parte del universo convergente.

La moción aprobada ayer por el pleno de la Diputación fue presentada por el PP y en ella se pedía específicamente no que no se procediera al nombramiento de Sintes y se convocara un concurso “restringido” para la dirección del CCCB. El popular Alberto García Villagrasa lo justificó argumentando que para este cargo es necesaria una persona de “perfil transversal relacionada con el mundo de la cultura”. El concurso restringido, añadió, debe estar “condicionado” por el modelo que se quiera para el CCCB. Para el socialista Josep Mayoral, lo censurable ha sido “la forma y la oportunidad del nombramiento”, más que el nombre del elegido. Jordi Portabella (ERC) y Álex Mañas (ICV) optaron por abstenerse porque, aunque estaban en contra del método utilizado, preferían un concurso universal abierto a todos los candidatos antes que uno restringido. Ambos se encargaron de subrayar lo obvio, lo insólito de la moción del PP, que apoya a CiU en todas las instituciones. “Es una coalición muy desavenida”, dijo Portabella. “Esto no tiene nada que ver con el CCCB, es el nombre escogido lo que no les gusta”, dijo Mañas. CiU, mientras tanto, parece jugar a ganar tiempo y esperar que se olvide este episodio. Como dijo Joan Carles García Cañizares, el portavoz convergente, esta discusión no lleva a ninguna parte, porque para resolver el conflicto habría que modificar los estatutos del CCCB, un cambio que no puede efectuar el pleno.

Sin embargo, conforme se multiplican las dudas sobre la idoneidad de Sintes para el cargo y se alarga la puesta en escena política que hoy llegará al Ayuntamiento, más complicado parece que el futuro de este periodista, representante del llamado “nacionalismo moderno”, pase por el despacho de la calle de Montealegre.