Dani: “Fui a ver ‘Mamma mia!’ seis veces al cine”
La cantante gallega edita su segundo disco ‘Posdata’, un trabajo inspirado en su separación con el que amplía los registros de su pop electrónico
Dos años después de su debut, la cantante Daniela Díaz Costas (Vigo, 1997), edita su segundo álbum, Posdata (El Volcán), un trabajo inspirado en una reciente separación con el que amplía los registros de su fulgurante pop electrónico.
¿Cuándo fue la última vez que escribió una carta? Escribí una carta por Navidad a varias personas que habían sido importantes para mi durante el año.
Es un disco de letras tristes y melodías alegres. ¿Lo hizo adrede? Supongo que de forma inconsciente muestro mis dos caras. Me considero muy alegre, con ganas de pasarlo bien, de estar con gente que quiero, pero también tengo una parte muy introspectiva, melancólica y torturada. Mi mente no suele descansar.
Posdata habla del desamor, como tantas canciones últimamente. ¿Por qué este tema parece omnipresente hoy? No es un tema nuevo en la historia de la música, pero es verdad que está por todas partes. Será el invierno, que estamos todos más irascibles. Yo me separé en otoño.
¿Qué ha aprendido de sus rupturas? A quererme más a mí y a valorar mis amistades.
¿La han confundido alguna vez con La Dani, que hace reguetón en clave LGTBI? Por ahora no, pero ella me parece lo más.
Ante la hegemonía de los sonidos urbanos, usted apuesta por el pop. ¿Se encuentra en vías de extinción? El pop no va a desaparecer nunca.
¿Cuál es su rasgo más gallego (o vigués)? Me siento muy conectada al mar.
¿Qué aprendió de sus padres, miembros del grupo Aerolíneas Federales? A ser paciente e intentar tomar decisiones siempre con cabeza.
¿Y de su tío, Miguel Costas de Siniestro Total? A rockear. El primer concierto que di de mi vida fue teleoneando a mi tío en Vigo. Tenía 14 años. Toqué versiones de Oasis, Weezer y She & Him.
¿Cuál es el último disco que le ha entusiasmado? Suerte, chica, de Shego. Conecto mucho con ellas, tal vez porque hacen lo que les da la gana.
¿Qué canción ajena le gustaría haber escrito? Baby I don’t care, de Transvision Vamp.
Cite a sus tres grupos o cantantes de referencia. ABBA, Vanessa Paradis y Angèle.
¿Cuál es su instrumento musical favorito? La guitarra.
¿Qué libro tiene ahora mismo en la mesilla de noche? El adversario, de Emmanuel Carrère, pero solo llevo 10 páginas.
¿Y uno que no pudo terminar? Más de los que me gustaría admitir. No soy una gran lectora, para mi desgracia.
Recomiéndenos un cómic. Esther y su mundo. Me recuerda a la infancia.
¿Cuál es la película que más veces ha visto? Mamma mia. De adolescente, la vi sola, con mi madre, con mis amigas… En total, seis veces en el cine.
¿Cuál es la última serie que ha visto del tirón? La segunda temporada de The White Lotus. Mi personaje favorito es Tanya, por descontado, seguida de todas las italianas.
¿Quién la interpretaría en el biopic sobre su vida? Mi hermana Violeta, que desde pequeña ha querido ser actriz.
¿En qué museo se quedaría a vivir? En el Marco de Vigo. Si me quedase para siempre, sería en mi ciudad.
¿Tiene algún placer culpable en materia cultural? No hay nada que me dé vergüenza admitir. Prefiero no mojarme.
De no ser cantante, habría sido... Publicista, que es lo que estudié. Hice las prácticas en mi discográfica, donde pasé de ser becaria a grabar mis canciones en cuestión de meses.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La cerveza.
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