Ir al contenido
_
_
_
_
crítica teatral
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Cachorro de León’: el rugido de una mujer poderosa y tierna

Conchi León, tamaña actriz y autora mexicana, ilumina las relaciones paternofiliales de amor odio en un solo conmovedor que salta del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz al Festival de Otoño madrileño

Javier Vallejo

“Regresé a Mérida porque me dijeron que le había dado un infarto a mi padre, Mauricio León Rosas”, comienza diciendo la protagonista de Cachorro de León, parafraseando el inicio de Pedro Páramo. Conchi y su papá llevaban ocho años sin verse ni hablarse. Ella estaba representando el papel de La Muerte Catrina en un drama de David Olguín cuando le dieron la noticia. Le sobraban motivos para no ir a despedirle. La actriz los desgrana en este diálogo autobiográfico con el público, representado el fin de semana pasado en el FIT de Cádiz (y antes en Temporada Alta de Girona), que llega ahora al Festival de Otoño madrileño.

Cachorro de León (Casi todo sobre mi padre) es una montaña rusa emocional de una verdad vertiginosa, a diferencia de tantas autoficciones calculadas. Su texto, escrito e interpretado por Conchi León, es un teorema conciso e impactante, como los golpes con los que Mauricio solía dejar fuera de combate a Cenobia, su esposa, cuando su hija tenía cinco años. La actriz relata estos hechos ahora, pero con la mirada inocente de la niña que se vio obligada por aquel entonces a aceptar la realidad familiar. Su abuelo paterno no era mejor: tras vender su casa, instaló a sus ocho hijos y a su mujer embarazada en un vagón estacionado en vía muerta.

La actriz mexicana lo cuenta todo divinamente, como una Sherezade azteca o una heroína griega en zapatillas de andar por casa. Su relato crudo, desgranado con bonhomía y buen humor, es un haz de luz que despeja tinieblas familiares propias y extrañas. Nada humano nos es ajeno cuando respira certeza. Todos los personajes de este monodrama nos incumben: las hermanas de Conchi; su hermanito, nacido en circunstancias trágicas; Cenobia, que en una foto parece estar pensando, resignada: “¡Qué le vamos a hacer!”; Mauricio, conduciendo su tráiler durante jornadas agotadoras, y la galería pintoresca de sus compañeros de ruta, cuyos apodos componen un bestiario evocador: El Plateado, El Picapiedra y El Pulpo.

Andaba este crítico elucubrando sobre si de esta misa la media pudiera ser pura invención, cuando Conchi despejó toda duda al respecto, en un epílogo donde cualquier espectador descreído puede poner el dedo en la llaga, como Santo Tomás tras la resurrección de Cristo. Antes de ello, un “¡Óle!” muy bien colocado cerró el espectáculo, que el público de la gaditana Sala Central Lechera aplaudió en pie, agradecido de veras.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_