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‘Cuaderno de ideas’, el germen del mal por H. P. Lovecraft

Un libro reúne las breves notas con las ideas que luego desarrolló el escritor estadounidense, que entendió que el horror solo se consigue evitando mostrar la figura que lo causa

Boceto de Cthulhu, personaje creado por H. P. Lovecraft para sus relatos de terror, incluido en su 'Cuaderno de ideas' con fecha de 11 de mayo de 1934.
Boceto de Cthulhu, personaje creado por H. P. Lovecraft para sus relatos de terror, incluido en su 'Cuaderno de ideas' con fecha de 11 de mayo de 1934.ALAMY (Alamy Stock Photo)

En una ocasión le preguntaron al gran dramaturgo Arthur Miller de dónde sacaba los asuntos de sus piezas de teatro y él contestó: “Si supiera dónde está ese lugar, me dejaría caer por allí más a menudo”. Pues este Cuaderno de ideas es el lugar en el que recogía y guardaba regularmente las semillas de sus historias H. P. Lovecraft, el maestro del horror en la literatura narrativa. No es que el modesto anticuario de Providence conociera el lugar donde crecen las historias, sino que, como suele suceder a muchos autores, las ideas o las imágenes que sugieren las ideas suelen saltar como chispas en la mente en los momentos y lugares más inesperados. Incluso hay autores que duermen con un bolígrafo y una libreta en la mesilla de noche. La recopilación y publicación de este Cuaderno de ideas tiene para cualquier escritor o cualquier lector de Lovecraft (y son muchos sus seguidores, cada vez más a medida que transcurre el tiempo) lo mismo que debe de sentir cualquier pescador aficionado al dar con una poza del río llena de truchas.

Las notas, tan breves en general que a veces parecen solamente meros recordatorios, muchas veces no tienen otro valor que el de un simple enunciado, sin otra trascendencia que la anotación que uno lleva al supermercado, algo así como “no olvidar la harina de maíz”, pero para una persona tan imaginativa como Lovecraft contienen en potencia desarrollos que pueden acabar dando lugar a relatos como ‘El color que cayó del cielo’ o ‘El caso de Charles Dexter Ward’. Por eso algunos son un mero recordatorio, pero otros contienen un punto de misterio que su a vez contiene el germen de un relato inquietante. Veamos algunos ejemplos: la anotación “En un desierto encuentran un ídolo prehumano” pertenece al mero recordatorio que deberá desarrollar al completo, pero otros van más allá, a ese punto de misterio en el que lo inquietante asoma ya en la anotación: “Alguien o algo profiere un alarido de espanto al ver salir la luna, como si se tratara de algo inusual”; o bien: “El superviviente de un naufragio descubre un pecio monstruoso y se embarca en él”; o: “Un hombre moldea distraídamente una figura extraña. Cierta fuerza lo ha impelido a hacerla más deforme de lo que él puede comprender. La arroja con repugnancia lejos de sí. Pero en el exterior hay algo rondando en mitad de la noche”.

Lo que Lovecraft entendió claramente —y estos ejemplos ya lo contienen— es que el horror solo se consigue evitando mostrar la figura que lo causa. Si recordamos la película Alien, la primera, el miedo no aparece en la horrible criatura que acompaña a los tripulantes de la nave (a la que no se ve, sólo se la presiente), sino en los aterradores pasillos desiertos de la nave en los que en cualquier momento la criatura escondida puede atacar al que los recorre. Las anotaciones rescatadas contienen ya este modo de terror. Al final de su novela corta En las montañas de la locura, el joven Danforth asciende en una fuga ciega por el túnel que desemboca en el exterior de la montaña con la cosa espantosa a sus alcances. La imagen prodigiosa que concibe Lovecraft para mostrar el miedo consiste en que el pobre muchacho rompe a cantar y el que lo escucha desde la boca del pozo reconoce en ese canto los nombres de todas las estaciones del metro de Boston a Cambridge y “la nefanda analogía que lo había sugerido”.

Portada de 'Cuaderno de ideas', de H. P. Lovecraft. EDITORIAL PERIFÉRICA

Cuaderno de ideas

Autor: H. P. Lovecraft.


Traducción: Juan Andrés García Román y Carmen Ibáñez Berganza.


Editorial: Periférica, 2023.


Formato: tapa blanda (132 páginas. 11 euros) y e-book (6,64 euros).

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