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teatro | crítica de 'Caravaggio, Vermeer y Velázquez'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un aperitivo barroco

En un espectáculo entre velada literaria, microconcierto y conferencia filosófica, Xavier Albertí analiza con sagacidad tres lienzos paradigmáticos que lograron capturar la luz a través de su efecto en los cuerpos

El músico y compositor Xavier Albertí, durante su interpretación de su propuesta musical 'Caravaggio, Vermeer y Velázquez', en el Teatro de la Comedia.
El músico y compositor Xavier Albertí, durante su interpretación de su propuesta musical 'Caravaggio, Vermeer y Velázquez', en el Teatro de la Comedia.David Expósito
Javier Vallejo

El arte y la sociedad barrocos son observados con sagacidad por Xavier Albertí en Caravaggio, Vermeer y Velázquez a través de tres lienzos paradigmáticos de tres pintores que lograron capturar la luz a través de su efecto en los cuerpos que la reflejan. De la misma manera, el teatro intenta capturar las emociones a través del comportamiento: ambas artes muestran lo invisible a través de lo palpable y lo sutil mediante lo evidente, como cree Albertí, fichado como dramaturgo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico tras su salida del Teatre Nacional de Catalunya. Sentado al piano en la sala pequeña de la Comedia, el intérprete preludia sus comentarios a El entierro de Cristo, Muchacha leyendo una carta frente a la ventana y La fábula de Aracne (Las hilanderas) poniéndole alma a piezas de Rameau y Couperin y a una obertura atribuida al compositor valenciano Joan Cabanilles.

El público salió rebobinando alguna de las ideas que se barajaron, proponiendo otras e intercambiando comentarios

Entre velada literaria, microconcierto y conferencia filosófica ágil, servida con verbo rápido e imaginación pronta, Caravaggio, Vermeer y Velázquez sirve de aperitivo con el que despertar el apetito por los platos fuertes del arte del Seicento. También como estímulo para repensar su significado y para establecer nuevas analogías entre lo acontecido por aquel entonces en los escenarios y en los talleres pictóricos. Por ejemplo, entre lo que Albertí cuenta que sucede con Muchacha leyendo frente a la ventana (cuadro en el que una de las dos figuras que aparecen fue tapada con pintura después de la muerte de Vermeer y tapada siguió hasta hace dos meses) y lo sucedido con muchas comedias auriseculares que se han puesto en escena durante largo tiempo con una impronta ideológica, estética y espiritual reductiva.

Otra analogía. Aunque Albertí no entre en detalles al respecto, hasta mediados del XIX el cuadro de Vermeer fue atribuido sucesivamente a Rembrandt, Govaert Flinck y Pieter de Hooch, en parte porque la pintura de su autor no gozaba de gran reputación. Del mismo modo, a Lope de Vega le adjudicaron los impresores un sinfín de obras de comediógrafos menos afamados que hoy siguen pasando por suyas. Todavía se sigue representando El burlador de Sevilla como si fuera de Tirso de Molina para asegurar la taquilla, aunque su autor más probable sea Andrés de Claramonte. También es similar la voluntad de Velázquez de mostrar su rostro en Las meninas y la participación de Calderón, Vélez de Guevara y otros compañeros de pluma y tintero en las comedias de repente, aquellas representaciones improvisadas que tanto gustaron a Felipe IV. El caso es que la hora y cuarto de disertación y música se hace breve. El público salió rebobinando alguna de las ideas que se barajaron, proponiendo otras e intercambiando comentarios, en general favorables.

Caravaggio, Vermeer y Velázquez. Autor e intérprete: Xavier Albertí. Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 7 de noviembre.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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