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Memorias para construir una vida

La historia de China en el siglo XX subyace en la obra de dos artistas orientales que hacen uso de la narrativa fotográfica para expandir sus límites

Sin título. Del libro 'History of Life', de Cai Dongdong.
Sin título. Del libro 'History of Life', de Cai Dongdong.Cai Dongdong

A lo largo de varios años Cai Dongdong (Tianshu, Gansu, China, 1978) ha recopilado cerca de 600.000 imágenes. Una extensa colección de fotografía vernacular de donde procede la esmerada y sutil edición que el fotógrafo ha llevado a cabo en solitario, durante seis años, para dar forma a un hermoso poema visual, History of Life, que completó añadiendo varias de sus propias obras. Publicado por la editorial Imageless, sus 415 imágenes “llevan consigo las memorias de la gente de China”, y advierte el autor que “la memoria es la única senda para construir una vida”.

El libro comienza con imagen de la entrada a una oscura y enigmática cueva. La salida de la cueva pondrá fin a la publicación seguida por la imagen de una silueta femenina que como una sombra se proyecta sobre un brumoso horizonte. En medio, toda una serie de fotografías componen un relato que nos adentra en las costumbres y vivencias de anónimos protagonistas que se presentan sin datos o leyendas. Esa disposición inevitablemente trae a colación la comparación establecida entre el medio fotográfico y el mito de la caverna de Platón planteada por Susan Sontag en uno de los ensayos que componen su célebre tratado Sobre la fotografía. Encadenados dentro de nuestra propia caverna, las sombras que vemos reflejadas en la pared componen aquello que consideramos el mundo real, mientras que podrían ser tan solo una apariencia. De ahí que esta recopilación de imágenes no sea más que la visión personal del autor del libro sobre la historia de su país. “La construcción de la memoria y de la historia no está nunca completa ni es justa, ya que tan solo son percepciones que no dejan de reflejar ciertas opciones”, escribe Dongdong. Una interpretación personal que adquiere un significado más universal a través de la contextualización histórica de la que el autor hace uso.

Dividido en tres partes, el libro abarca el discurrir del siglo XX en China; desde la caída del régimen imperial feudal y la instauración de la República hasta los años 90, pasando por los años de la guerra civil, el Gran Salto Adelante, la Revolución Cultural, la muerte de Mao y la reapertura económica; probablemente los años más tumultuosos de la historia del país asiático. Si bien en un principio el autor quiso dar forma a la publicación a través de la pura lógica visual, a medida que avanzaba en el lento y laborioso proceso de edición se percató de que “las imágenes no podían ser separadas de su historia”. Así, Dongdong nos muestra una historia paralela a la historia oficial, escrita a través de la huella fotográfica que deja tras sí la gente común. Una historia íntima, repleta de ensoñaciones y promesas no cumplidas, de paisajes idílicos e inocentes juegos y gestos, donde solapadamente resuena la represión y el adoctrinamiento, el hambre, la escasez, el miedo, la aceptación y el dolor. “El clima político, de hecho, puede cambiar a la gente mentalmente y espiritualmente”, aseguraba el fotógrafo a The New York Times, durante la presentación de varias de sus ‘foto-esculturas’ ─realizadas igualmente con imágenes de archivo─ en Paris Photo 2018. Dongdong estuvo alistado en el Ejército Popular de Liberación durante algunos años. Fue allí donde adquirió su formación inicial dentro del medio fotográfico ejerciendo de retratista antes de pasar a establecer su estudió en Pekín. “En algunos aspectos nada ha cambiado desde tiempos lejanos”, asegura el autor, cuyas obras han sido censuradas en dos ocasiones.

Así el nacimiento y el crecimiento de tres generaciones influenciadas por su ideología y circunstancias de un país forman en tema principal de este libro que nos recuerda que no solo son los grandes personajes los que hacen historia, sino también el hombre común.

Todos somos historias

“Cuando morimos nos convertimos en relatos; y cada vez que alguien cuenta una de estas historias, es como si aún estuviésemos presentes para ellos. Al fin y al cabo todos somos historias”. Así se presenta el último trabajo de Kurt Tong (Hong Kong, 1977), Dear Franklin, por el que el autor ha merecido el Prix Elysée. El proyecto traza la triste historia de amor de Franklin Lung, un hombre de Hong Kong que perdió a su amada Dongyu en 1948, en una de las mayores catástrofes marítimas ocurridas en China: el naufragio del SS Kyangya en la boca del rio Huangpu. Desesperado, Lung selló su compromiso contrayendo matrimonio con el fantasma de su novia durante una ceremonia taoísta en la cual una persona viva queda eternamente unida a un muerto dentro del mundo de los espíritus.

Todo empezó hace tres años, cuando a través de un amigo Tong recibió un baúl de madera encontrado en la casa de un vecino que acababa de fallecer. Marcada con un sello taoísta, el arca contenía cartas, viejas fotografías y libros y revistas escritos en los años 20. Nadie sabía quién era el dueño de aquel lote de recuerdos. El fotógrafo empezó una tarea de investigación que le ayudó a tejer el relato que compone Dear Franklin. Concebido como un fotolibro, el proyecto quedará finalizado en 2022.

Como en toda narración de fantasmas, lo que no se ve cobra tanta presencia como lo que se ve, lo real se torna tan ambiguo como lo imaginado

Que toda historia en principio basada en hechos reales puede llegar a estar compuesta por partes tan reales como ficticias, y que en el proceso de su narración tiene tanto poder lo presente como lo ausente, es algo que Tong pudo constatar en su anterior trabajo, Combining for Ice and Jade (Jiazazhi Press). El fotolibro entrelaza historias personales y públicas, su archivo personal y objectos encontrados, todo ello ensalzado a través de la imaginación del autor, para contar la historia de su nanny, una de las últimas zishunü, o ‘mujer que se peina sola’, que quedaban en China (una comunidad de mujeres que conquistaron hace un siglo el derecho a ser solteras). De forma parecida, en su nuevo proyecto Tong evoca la vida del hombre hecho a sí mismo que fue Franklin. Nacido en la pobreza tras la caída de la dinastía Qing y tras estudiar en la mejor universidad de Shanghai, logra entrar a formar parte de la élite de su país. Mantiene contactos comerciales con el extranjero y se enamorara locamente de la hija de un alto cargo del partido nacionalista chino, el Kuomintang, a la que pierde durante su huida de la persecución del ejército comunista.

La narración incorpora elementos de distinta naturaleza como un pequeño libro compuesto por citas de la Biblia acerca de la pena y el dolor, donde se conservan flores secas, y en su recorrido histórico alude al infortunio de la expatriación y las consecuencias de los conflictos bélicos y la inmigración en el individuo. El elusivo protagonista del relato acabará sus días arruinado en Hong Kong, de regreso tras los años vividos como emigrante en San Francisco. En 1962 decidió poner fin a su vida y saltó a la bahía de Victoria durante el tifón Wanda. Su cuerpo nunca apareció. El tono poético y melancólico impregna toda la obra que atrapará al lector con sorprendentes detalles. Como en toda narración de fantasmas, lo que no se ve cobra tanta presencia como lo que se ve, lo real se torna tan ambiguo como lo imaginado.

Portada de 'History of Life', de Cai Dongdong

History of Life

Cai Dongdong.
Imageless, 2021.
500 páginas. 73 euros.


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