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Una esperanza para la revolución de Dario Fo

Una nueva traducción de ‘Muerte accidental de un anarquista’ recoge el desenlace alternativo que el Nobel italiano escribió en una segunda versión de su célebre obra

Raquel Vidales
Dario Fo, con actores de su compañía en una representación de 'Muerte accidental de un anarquista', en 1970.
Dario Fo, con actores de su compañía en una representación de 'Muerte accidental de un anarquista', en 1970.GETTY IMAGES

Los seguidores de Dario Fo en español seguro que tienen grabado el cruel final que el Nobel italiano dio al protagonista de su célebre sátira Muerte accidental de un anarquista: el “loco” que se cuela en las oficinas de la policía donde días antes un anarquista se había “suicidado” tirándose por la ventana (según la versión oficial) acaba padeciendo el mismo destino. No parecía haber esperanza en aquel Fo que estrenó ese texto con su compañía La Comune en 1970. Pero él nunca quiso ser un dramaturgo de los que sientan cátedra y continuamente metía cambios en función del contexto social y político. Más aún en esta pieza, cuyo argumento se inspiraba en la muerte real del anarquista Giuseppe Pinelli en 1969, también “suicidado” al caer por la ventana de una comisaría, que generó gran controversia en su país. Durante los tres años consecutivos en los que su compañía la interpretó, Fo introdujo varias modificaciones y un desenlace más optimista: la obra se cierra justo antes de que el “loco” caiga por la ventana, dejando que sea el espectador el que decida si sobrevive para sacar a la luz la corruptela que ha descubierto o fracasar en ese intento. No es un final del todo feliz, pero deja abierta una puerta a la esperanza.

Este final alternativo es el que quedó recogido en la edición canónica italiana de la obra, la publicada por Einaudi en su recopilación del teatro completo de Fo del año 2000, con un prólogo añadido del dramaturgo. Sin embargo, en las sucesivas ediciones que la obra ha tenido en español ha prevalecido el primer desenlace, preferido por su amiga y traductora habitual, la ya fallecida Carla Matteini, que no llegó a introducir el nuevo en ninguna de las tres versiones que realizó (1974, 1986 y 1997). Lo explica ella misma en el prólogo de la última: “El primero me sigue pareciendo el más ambigüo —no equívoco— y, por lo tanto, teatralmente más rico”.

Portada de 'Muerte accidental de un anarquista', de Dario Fo.
Portada de 'Muerte accidental de un anarquista', de Dario Fo.

El sello Pepitas de Calabaza acaba de volcar por fin al español esa versión canónica en una edición que además incluye el prólogo del autor, hasta ahora también inédito en este idioma. La traducción es de Mónica Zavala Matteini, hija de Carla Matteini, que ha actualizado expresiones del lenguaje para que la ironía y la sátira lleguen mejor al público actual. No más de lo que hubiera hecho el propio Fo si siguiera vivo. Sus obras eran tan frescas precisamente porque no tenía reparos en cambiarlas o reescribirlas sobre la marcha: era la gran época del teatro colectivo y revolucionario, que en España también practicaron grupos como Tábano (del que fue miembro Carla Matteini), Los Goliardos o Els Joglars.

El prólogo es una joya que revela cómo el dramaturgo desarrollaba ese proceso de creación tan heterodoxo, en el que participaban todos los miembros de la compañía y especialmente su mujer, Franca Rame, otra destacada figura del teatro independiente italiano. Fo cuenta que fue su público el que les sugirió que montaran una obra sobre el asesinato de Pinelli “porque había un vacío tremendo de información”. Y cómo tuvieron la suerte de poder “meter la nariz en documentos de investigaciones judiciales” gracias a la complicidad de abogados y periodistas afines. “Tenemos un éxito extraordinario (…) a pesar de las provocaciones, como la típica llamada anónima de aviso de bomba en la sala. (…) A pesar de todo, seguimos haciendo la función”. Así hacía teatro Dario Fo.

portada 'Muerte accidental de un anarquista', DARÍO FO. PEPITAS EDICIONES

Muerte accidental de un anarquista

Dario Fo.
Traducción de Mónica Zavala Matteini.
Pepitas de Calabaza, 2021.
96 páginas. 15,20 euros.

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Sobre la firma

Raquel Vidales
Jefa de sección de Cultura de EL PAÍS. Redactora especializada en artes escénicas y crítica de teatro, empezó a trabajar en este periódico en 2007 y pasó por varias secciones del diario hasta incorporarse al área de Cultura. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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