_
_
_
_

Historia de amor, lealtad y tenacidad

Sylvia Townsend Warner, comprometida con la causa feminista y la lucha antifascista, narra entre notas de realidad y fantasía las aventuras de una joven a la búsqueda de su amado

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sylvia Townsend Warner en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en Valencia en 1937.
Sylvia Townsend Warner en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en Valencia en 1937.Gerda Taro (Magnum Photos / ContactoPhoto)


La historia que cuenta esta bella novela se remonta muy atrás, a los tiempos en que la escritura no era impresa sino hablada, a la admirable tradición de los cuentos populares de expresión oral. El sentido de estos cuentos era el de ejemplificar los valores que debían de cohesionar al grupo social, y uno de ellos es el de los zapatos de hierro: una bella joven de clase baja se enamora de un apuesto príncipe y se casa con él. El enlace depende de una prohibición que la muchacha violenta y, de resultas, el príncipe desaparece. Ella tratará de recuperarlo y el donante (una figura clásica de los cuentos) le entrega unos zapatos de hierro advirtiéndole de que sólo cuando las suelas se hayan gastado encontrará a su amado; la muchacha se echa a andar años y años hasta que un día llega a una ciudad y sus suelas se han gastado; allí esta su príncipe. El cuento sigue, pero esta vez obviaremos el final de ese relato; lo que nos interesa es la enseñanza del mismo: que los deseos y sus metas se alcanzan con esfuerzo y tenacidad.

Sukey Bond es una huérfana a la que una dama distinguida, la señora Seaborn, saca de la institución que ésta preside y la coloca en una casa como sirvienta. Allí conoce a Eric, un joven a quien todos consideran un idiota. El muchacho es hijo de la señora, que lo tiene medio escondido en la mencionada casa pues se avergüenza de él porque un hijo deficiente se considera un desdoro en la familia. Pero sucede que los chicos se enamoran con un amor tan puro e inocente como firme. Entonces Eric desaparece y Sukey se lanza en su busca. La novela cuenta una preciosa historia de amor, lealtad y tenacidad a través de la muchacha enamorada. La novela transcurre entre las aventuras de la decidida Sukey y sus sentimientos y ensoñaciones, siempre en pos de su amado, lo que la lleva a conseguir una audiencia con la reina Victoria para solicitar su ayuda.

Sylvia Townsend Warner (1893-1978) fue una niña revoltosa y una mujer comprometida con el feminismo y también con el partido comunista inglés a causa de la amenaza fascista sobre Europa; vino a España durante la Guerra Civil con la Cruz Roja y participó en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura en Valencia en julio de 1937. Era una reputada musicóloga, y escribió novelas, poemas y cuentos infantiles.

Los sucesos que ocupan a Sukey no sólo son los acontecimientos concretos que se suceden a lo largo de la búsqueda, sino también las escenas producto de su imaginación, como no podía ser menos en una muchacha tan atrevida y fantasiosa, y así es como la autora enlaza realidad y fantasía (no en vano escribió cuentos para niños), para que la narración se deslice sobre los sentimientos aun en los momentos más duros. El uso de la elipsis y la modélica anticipación de los hechos, la interacción entre mundo interior y mundo exterior como fórmula narrativa, y una precisa y atenta mirada de alto valor descriptivo cohesionan la novela. La autora se apoya a menudo en la técnica del correlato objetivo, como en la secuencia de los árboles en la noche que comienza con la preciosa imagen: “Árboles. Criaturas misteriosas que están fuera toda la noche”; en el desenvolvimiento narrativo de estas imágenes entre las páginas 187-189 tenemos una muestra excelente de este sugerente modo expresivo.

Portada de 'El corazón verdadero', de Sylvia Townsend Warner.

EL CORAZÓN VERDADERO

Autora: Sylvia Townsend Warner.


Traducción: Benito Gómez Ibáñez.


Editorial: Gatopardo, 2020.


Formato: tapa blanda (240 páginas, 19,95 euros) y e-book (9,12 euros).



Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_