Libros no
En Argentina solíamos levantar voces enardecidas en defensa de cosas como esta: la libre circulación de bienes culturales
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.
En Argentina solíamos levantar voces enardecidas en defensa de cosas como esta: la libre circulación de bienes culturales
Todos, como él, estamos en la cuerda floja: un movimiento en falso, un viento negro, y terminamos reventados contra el piso
Estoy tratando de entender, en fin, si ganó el que era otra cosa y se disfrazó de lo que no era para ganar, o si ganó el otro. O sea, el mismo
Me gustaría creer que sirve para algo. Que, ante los horribles atentados de París, sirve para algo declamar que todos somos Francia
Hay frases que no son banales sino la evidencia de un sistema de pensamiento perimido y peligroso
Yo, entre el cinismo y la maldad, elijo la maldad: prefiero un enemigo poderoso
Eso es lo que tiene el poder: antes o después nos convence de que son normalísimas (para todo el mundo) cosas que (para todo el mundo) son muy anormales
Aquí los candidatos muestran lo que son, no esconden nada: la voluntad de inyectar épica vacua cueste lo que cueste; y la demagogia sin atributos. Aprendan de nosotros
El dolor es el dios que a menudo nos convoca
Matar a un don nadie es mucho más fácil, y tiene muchas menos consecuencias, que matar a un rey
Lo que debí haber dicho es que los libros sirven para una sola cosa: para salvarnos la vida
Lo que me inquieta y me pone a pensar en aquello de “argumente, Guerriero, justifique” es el error sobre el que se sostiene el edificio de la idea
Nosotros, latinoamericanos, ¿podemos no sentir esto como un desastre propio? ¿Podemos no decir estuve con mi pueblo allí donde mi pueblo, por desgracia, estaba?
Y sin embargo, ¿de qué estoy hecho? ¿Qué clase de hombres hacen un mundo en el que es posible alguien como yo?
Amparo Fernández, la mujer del Cigala, murió una madrugada de agosto pasado. La noche siguente él subió a un escenario
Terrateniente sin tierras, visionario, el argentino Gustavo Grobocopatel ha construido un imperio con el cultivo del oro verde
Sienta que nada tiene sentido y que no lo tendrá por mucho tiempo
A veces una cáscara de desesperación helada me cubre por dentro y a lo mejor el tarot puede decirme por qué me pasa
Esas personas llorando ante las puertas de los bancos son iguales a las que lloraban ante las puertas de los bancos en la Argentina en 2001
Nuestro aporte al cuidado del ecosistema es, aunque involuntario, aniquilador. Y tiene lugar a lo largo de todo el año
Y uno se dice —con rabia, con el corazón cubierto de espuma, con celo, con furia, con colmillos— que mejor callar
“¿Usted hace periodismo para salvar el mundo?”, y yo dije, como siempre digo, que no, que no lo hago para salvar a nadie sino para tratar de entender la época en que vivimos
“Y así —dice T. S. Eliot— se acaba el mundo. No con un estallido, sino con un sollozo”
Cuando esté solo nuevamente diga, en voz alta: “Soy patético”. Sonría. Siga escribiendo hasta el final de la noche
Habituarse a una hermosa risa humana, a un cuerpo vivo, cuesta muy poco
La veo –con su minifalda de lana de color violeta, con su abrigo largo, con sus botas altas- peinarme con delicadeza
Hace semanas, el gobierno español devolvió los derechos sanitarios a las personas sin papeles, pero no la tarjeta sanitaria
Cuando los ciudadanos empezamos a cuidarnos entre nosotros se empieza a vivir en un mundo peligroso: un mundo en el que sólo sobreviven los más fuertes
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea aporta inquietud al emitir una sentencia que permite excluir a los homosexuales de la donación
La historia de la humanidad demuestra que el camino de la prevención, una vez iniciado, es difícil de detener
Piense: “De modo que así es como me empiezo a quedar huérfana”
Trabajó en diarios, escribió artículos y creo una fundación para periodistas
Arriesgarse, aguantar, saber sufrir. Yo no busco maestros. Pero, a veces, leo cosas como esas
Póngase de pie. Camine hacia la cocina. Él va a estar mirando el diario. Sienta que su vida es perfecta
Mi primer muerto fue español. Era actor, se llamaba José María Vilches
Malas noticias, David: parece que nadie aprendió nada
Lo vienen haciendo desde hace siglos, con mucho éxito y enorme amén
A veces preguntan por qué uno escribe. Supongo que por cosas como esas
Porque la gente no salva a la gente: la gente se salva sola. Y no supe si vos lo sabías
Así, mientras espero -¿dos años, cuatro?- me pregunto: ¿quién decidirá, cuando llegue el momento, si debo seguir vivo?