Un impulsor de la criptomoneda que se derrumbó acusa a Milei de “traición”
El empresario estadounidense Hayden Mark Davis, de Kelsier Ventures, denuncia que el presidente argentino no cumplió su palabra de apoyar $Libra, el ‘memecoin’ que el viernes causó pérdidas millonarias en pocos minutos

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$Libra es lo que se conoce como un memecoin. Como no tienen activos subyacentes, estas criptomonedas dependen para su capitalización del apoyo de alguna persona popular que inspire confianza y atraiga a los inversores. Son también muy volátiles. El viernes por la noche, el presidente de Argentina, Javier Milei, llamó a invertir en $Libra a sus 3,8 millones de seguidores en X. La cotización pasó en minutos de cero a 4,7 dólares (4,5 euros) y el valor global de $Libra trepó hasta los 4.500 millones de dólares. Pero, repentinamente, las pocas billeteras que concentraban la mayoría de los tokens retiraron 90 millones de dólares y la criptomoneda se derrumbó en minutos. El suceso dejó un tendal de pérdidas difícil de calcular, sobre todo, entre inversores en Estados Unidos. Milei tardó cuatro horas en retirar el post promocional de $Libra. “No estaba interiorizado del proyecto”, se justificó cuando finalmente lo hizo. El sábado por la noche, uno de los responsables de $Libra, el empresario estadounidense Hayden Mark Davis, de Kelsier Ventures, culpó a Milei de la abrupta caída de la cotización por quitar su apoyo al proyecto.
“Sus asociados habían asegurado su apoyo público en el lanzamiento y me garantizaron que su respaldo continuaría a lo largo del proceso”, dijo Davis en un video que subió a las redes sociales. “A pesar de los compromisos previos, Milei y su equipo cambiaron inesperadamente de posición, retirando su apoyo y eliminando todas las publicaciones anteriores en redes sociales. Cuando Milei y su equipo eliminaron sus posts, los inversores que compraron el token confiando en su apoyo se sintieron traicionados. Esto provocó una ola de ventas masivas impulsadas por el pánico, lo que agravó aún más la situación”, argumentó el empresario.
Addressing Libra: pic.twitter.com/lUlAADWnkq
— Kelsier (@KelsierVentures) February 16, 2025
El Gobierno argentino intentó durante el sábado hacer control de daños. Por la tarde, la oficina del presidente publicó un largo texto de descargo donde limitaba la responsabilidad de Milei a un acto de buena fe. Según la versión oficial, Milei recibió el 19 octubre pasado a representantes de la empresa KIP Protocol en un encuentro “en el que se le comentó la intención de desarrollar un proyecto llamado Viva la Libertad para financiar emprendimientos privados en la República Argentina utilizando tecnología blockchain”.
En la reunión participaron el presidente de KIP Protocol, Julian Peh, y su representante en Argentina, Mauricio Novelli. El 30 de enero, Milei recibió en la Casa Rosada a Hayden Mark Davis, responsable de proveer la infraestructura tecnológica al proyecto. “Finalmente, en el día de ayer [por el viernes], el presidente compartió una publicación en sus cuentas personales comunicando el lanzamiento del proyecto de KIP Protocol, al igual que lo hace cotidianamente con muchos emprendedores. Luego de las repercusiones que el lanzamiento del proyecto tuvo y para evitar cualquier especulación y no darle mayor difusión, decidió eliminar la publicación”, explicó el Gobierno.
La Oficina del Presidente informa que el pasado 19 de octubre el Presidente Javier Milei mantuvo un encuentro con los representantes de KIP Protocol en Argentina en el que se le comentó la intención de la empresa de desarrollar un proyecto llamado “Viva la Libertad” para…
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) February 16, 2025
Los intentos por detener la onda expansiva no fueron suficientes. La publicación del presidente hacía referencia al proyecto de capitalización para pymes diseñado por KIP Protocol, pero también a $Libra, con el tag de la criptomoneda y el contrato del token para aquellos que quisiesen poner sus ahorros a través de la billetera Solana, una cuenta digital que permite almacenar, enviar y recibir divisas digitales. En el mundo de las criptomonedas las alarmas se encendieron apenas $Libra empezó a cotizar. En redes sociales circulaban advertencias que ponían en duda la fiabilidad del proyecto: el dominio del sitio era del mismo viernes y $Libra se había creado tres minutos antes del mensaje de Milei. Todo indicaba que se estaba ante una estafa conocida como rug pull, que consiste en inflar un activo artificialmente para atraer inversores y huir justo a tiempo para quedarse con las ganancias de los jugadores incautos que ingresaron más tarde. En este caso, los ganadores fueron aquellos que tenían en su poder $Libra antes del posteo de Milei en redes, que resultó la pieza fundamental de la estrategia.
El empresario Hayden Mark Davis, de Kelsier Venture, dijo el sábado que Milei les había prometido apoyo y que además era su asesor, algo que el Gobierno niega. También salió en defensa de Julian Peh, director de KIP Protocol, principal patrocinador de $Libra: “Es completamente inocente de cualquier irregularidad”, dijo. Los esfuerzos de Davis por desvincular a Peh fueron la respuesta a un mensaje institucional de KIP Protocol donde le achacan la responsabilidad por el escándalo. “Todos los asuntos relacionados con el lanzamiento y los tokens deben dirigirse a Kelsier, ya que ellos lo estaban manejando. El proyecto ganó visibilidad cuando el presidente Milei publicó un tuit al respecto. KIP no participó en el lanzamiento, porque nuestro papel siempre fue posterior a eso”, escribió la empresa.
Mientras los socios se arrojaban entre sí la piedra ardiente de $Libra, un referente del mundo cripto llamado Charles Hoskinson denunció desde Estados Unidos que los empresarios involucrados en el escándalo le pidieron dinero a cambio de una reunión con Milei para “que pasaran cosas mágicas”. El encuentro, explicó, debía producirse durante el evento Tech Forum organizado en octubre en Buenos Aires por, entre otros, Mauricio Novelli, la cara de KIP Protocol en Argentina. Como decidió no pagar, todo quedó reducido a una foto grupal con el presidente. Quien tuvo más suerte durante el Tech Forum fue Julian Peh, que sí pudo vender a Milei su proyecto de “ayuda a las pequeñas empresas argentinas”. Al parecer, también lo convenció de promover el memecoin del desastre.
El reparto de responsabilidades no solo atañe a $Libra. El daño que el escándalo produjo a la imagen de Milei es todavía difícil de determinar. La estrategia del Gobierno fue convencer a sus seguidores de que el presidente actuó de buena fe porque no estaba “interiorizado” del proyecto. Al mismo tiempo, dijo que denunciará a la empresa promotora y abrirá una investigación ante la Oficina Anticorrupción. El ejército de trolls que defienden a Milei en redes no se recuperaban el domingo de la conmoción. El “mejor presidente de la historia” parecía víctima de una estafa. La situación, confiaban, lo eximía de responsabilidades penales, pero manchaba su imagen de líder de unas irreductibles “fuerzas del cielo” destinadas a salvar al mundo.
El lunes será el turno de la oposición política. El peronismo kirchnerista y la Unión Cívica Radical (UCR) adelantaron que avanzarán en el Congreso con un pedido de juicio político contra el presidente. Necesitan para eso el apoyo de los dos tercios de los votos de los diputados, una cantidad que hoy no tienen. Pero el golpe ya habrá dolido. Milei, acostumbrado a dominar la agenda pública, tendrá que estar durante los próximos días a la defensiva.
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