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Trump anuncia el hundimiento de un segundo barco salido de las costas venezolanas al que acusa de narcotráfico

El presidente de EE UU asegura que en la operación militar, que llega dos semanas después de la destrucción de una primera embarcación, han muerto tres “terroristas varones”

El segundo ataque a una supuesta narco lancha en el caribe. Foto: Gobierno de Estados Unidos | Vídeo: EPV
Iker Seisdedos

El presidente Donald Trump anunció este lunes con un post en su red social, Truth, que, siguiendo sus órdenes, “las Fuerzas Militares de Estados Unidos” habían llevado a cabo “un segundo Ataque Cinético contra cárteles del narcotráfico y narcoterroristas, identificados con seguridad y extraordinariamente violentos, en el área de responsabilidad del Comando Sur”. En la operación, añade el presidente en un mensaje lleno de mayúsculas enfáticas, murieron tres hombres, “tres terroristas varones”.

Según Trump, esta se produjo mientras “estos narcoterroristas venezolanos” se encontraban en aguas internacionales, “transportando narcóticos ilegales con destino a Estados Unidos”. No ofreció datos sobre cuándo tuvo lugar el ataque, tampoco cuando, al rato, respondió a las preguntas de la prensa en el Despacho Oval, tras firmar una decisión ejecutiva que ordena el despliegue de la Guardia Nacional en Memphis (Tennessee), la tercera ciudad en la que lo hace tras Los Ángeles y Washington.

¿Piensa compartir las pruebas de que esa embarcación era en efecto una narcolancha? “Tenemos pruebas. Basta con mirar el cargamento. Se esparció por el océano: [había] cocaína y fentanilo por todas partes. Lo tenemos todo grabado con mucho cuidado, porque sabíamos que ustedes [los periodistas] nos perseguirían [en busca de respuestas]. Tenemos mucho cuidado con los militares”, respondió.

Su Administración considera que “esos cárteles” representan una amenaza para “la seguridad nacional, la política exterior y los intereses vitales de Estados Unidos”. El presidente afirmó también en ese Truth que “ningún miembro” de sus “fuerzas armadas resultó herido”. Y lanza una advertencia: cazará a quienes transportan drogas que “matan estadounidenses”. “Lo han hecho”, escribe, “durante décadas”. “Pero ya no”, sentencia el mandatario republicano.

El anuncio de Trump llega casi dos semanas después de un primer ataque militar contra una embarcación venezolana sospechosa de cargar droga. Lo poco que se sabe de aquella operación ha generado un debate en Washington sobre su legalidad. Un grupo de senadores de ambos partidos ha exigido explicaciones oficiales en una carta remitida a Trump, mientras defensores de los derechos humanos denuncian que “esta Administración está normalizando las ejecuciones extrajudiciales”. Entonces, los fallecidos fueron 11.

Aquella intervención se produjo el 2 de septiembre. Entonces, el anuncio lo hizo Trump mientras hablaba a los reporteros en la Casa Blanca. También aseguró, como ha hecho este lunes, que se había identificado con toda seguridad a los ocupantes de la embarcación como narcotraficantes de la organización Tren de Aragua. Se dirigían, dijo, a Estados Unidos. Al día siguiente añadió que se habían interceptado comunicaciones que lo confirmaban, aunque estas no se han hecho públicas.

La justificación de la Administración de Trump para llevar a cabo esos ataques es que son un acto de legítima defensa contra narcotraficantes de un grupo incluido en la lista del Departamento de Estado de organizaciones terroristas extranjeras desde el pasado febrero, poco después del regreso del republicano a la Casa Blanca. También, que ese supuesto tráfico de drogas supone “una amenaza inminente” contra Estados Unidos.

A partir de ese argumento, Trump considera que tiene el derecho de ordenar ataques militares ante amenazas como esas sin necesidad de pedir la aprobación del Congreso.

La denuncia de Maduro

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, considera que todo se trata de una excusa para invadir su país y derrocar al chavismo, mientras la Administración Trump lo acusa de liderar esas redes de narcotráfico. Caracas sostiene que los 11 hombres que viajaban a bordo de la embarcación destruida por los misiles hace un par de semanas no eran narcotraficantes.

Este lunes, antes de conocerse el segundo ataque, Maduro dio una conferencia de prensa en la que definió el primero como “un crimen atroz”, que violó las leyes estadounidenses e internacionales. Se quejó de que si los tripulantes eran en efecto criminales debían haber sido detenidos y juzgados. Se trata, aseguró, de “un ataque militar contra civiles que no estaban en guerra ni amenazaban militarmente a ningún país”. Según Maduro, Estados Unidos no pretende combatir el narcotráfico, si no “un cambio de régimen a cambio de petróleo”.

También habló de un episodio independiente, que involucró a un barco pesquero la semana pasada, según las autoridades del país sudamericano. “Eso es un bochorno (…) ¿Quién dio esa orden?, dijo el presidente venezolano, que afirmó el sábado que un destructor de la Marina abordó y retuvo durante ocho horas aun barco atunero en aguas que Caracas considera parte de su Zona Económica Exclusiva. “Lo que estaban buscando era un incidente militar. El incidente que estaban buscando para atacarnos. No hemos caído en provocaciones, ni caeremos en ellas”, añadió Maduro.

Entre tanto, Estados Unidos ha desplegado ocho buques militares y un submarino en el mar Caribe, con ese argumento de combatir el narcotráfico. El domingo, a su regreso de pasar el fin de semana jugando al golf en el campo que posee en Bedminster (Nueva Jersey), Trump respondió a la pregunta de si prevé más ataques contra Venezuela. “Veremos qué pasa. Ciertamente, no hay muchos barcos por ahí desde el primero, y luego, en menor medida, del segundo”, dijo, tal vez en referencia a la operación militar dada a conocer este lunes. “Casi no vemos barcos, lo cual está bien”.

El secretario de Estado, Marco Rubio, dijo este lunes en una entrevista a Fox News, mientras estaba de visita en Jerusalén que el barco pulverizado por los misiles estadounidenses hace un par de semanas estaba “implicado en el narcotráfico”. “Estamos 100% seguros”, sentenció.

Estados Unidos se halla inmerso en la peor crisis de drogas de su historia, provocada en buena medida por el tráfico de fentanilo, que ha causado centenares de miles de muertes en el país en los últimos años. Un tiempo en el que se ha registrado el récord de unos 110.000 fallecidos, tres cuartas partes de los cuales se achacan al potente opiáceo.

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Sobre la firma

Iker Seisdedos
Es corresponsal jefe de EL PAÍS en EE UU. Licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS, trabaja en el diario desde 2004, casi siempre vinculado al área cultural. Tras su paso por las secciones El Viajero, Tentaciones y El País Semanal, ha sido redactor jefe de Domingo, Ideas, Cultura y Babelia.
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