Los últimos ocelotes de Estados Unidos se someten a tratamientos de fertilidad
Científicos han lanzado un programa de repoblación de esta especie, de la que quedan un centenar de ejemplares, usando inseminación artificial y fertilización in vitro

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En la carrera por salvar al ocelote, un felino salvaje cuya población está en declive, científicos de Estados Unidos han recurrido a tratamientos de fertilidad con el objetivo de impulsar una nueva generación de la especie. En el país quedan un centenar, divididos en dos pequeñas poblaciones en el sur de Texas.
Una de las poblaciones se encuentra en más de 200.000 acres (más de 800 kilómetros cuadrados) administrados por la fundación sin fines de lucro East Foundation. Desde 2021, un programa en conjunto con el zoológico de Cincinnati intenta criar ejemplares cautivos con esperma de ocelotes machos que viven en el rancho.
El primer método para lograr la reproducción ha sido inseminación artificial. El semen extraído de un ocelote se deposita directamente en el tracto reproductivo de una hembra. La segunda es la fertilización in vitro, en la que se extraen ovocitos u óvulos del cuerpo de la hembra y se fertilizan con semen en una placa de Petri antes de que se desarrollen en un embrión en una incubadora. Luego, el embrión viable se transfiere quirúrgicamente a un ejemplar o se congela para transferirlo más tarde.
Hasta este año, se han realizado 13 inseminaciones artificiales y cuatro ciclos in vitro, sin que ninguno haya producido un embarazo viable. Los expertos apuntan a signos de endogamia, estrés ambiental y una baja tasa de reproducción como factores que han afectado los resultados.
El esfuerzo por rescatar a la especie no se ha detenido por estos intentos fallidos. En marzo de 2024, la East Foundation y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos aprobaron un acuerdo que permite la liberación de ocelotes en tierras privadas. Esto permite a los rancheros seguir con sus operaciones mientras los felinos habitan sin ser amenazados.
Los investigadores pasarán los próximos meses atrapando ocelotes machos salvajes para recolectar su esperma antes de reanudar los procedimientos de fertilidad en otoño. A finales de ese año, también se construirán nuevas instalaciones donde, con suerte, la nueva generación de ocelotes podrá aprender a cazar en la naturaleza y recibir atención médica.
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