Paseos ecoturísticos y flamencos rosados: una nueva vida para los manglares de Celestún

La regeneración de los manglares de Dzinitun, en Celestún, fue el proyecto pionero en la coste norte de Yucatán. Iniciada en 2007, la iniciativa consiguió recuperar buena parte de la cobertura de manglar en esta zona. Eso hizo que muchos vecinos de la comunidad, que se dedicaban tradicionalmente a la pesca, se hayan pasado a trabajar en el ecoturismo.Gladys Serrano

El trabajo de regeneración comenzó con el apoyo de la agencia de cooperación japonesa Jica. Pero según explica el presidente de la cooperativa de los manglares de Dzinintún, Mauricio Dzul, al principio no funcionó porque les daban plantas para reforestar que habían sido criadas en viveros y morían cuando eran transplantadas a la ciénaga. “Se morían 2.000 matitas, 3.000 o 4.000 matitas. Todo se moría", recuerda.Gladys Serrano

Entonces, la comunidad comenzó a hacer canales para que se mantuviera el flujo del agua de los manglares. En esas condiciones, los propios mangles se fueron reforestando de manera natural. Al esparcir el viento las semillas, estas encontraban un ambiente idóneo para reproducirse. Gladys Serrano

Uno de los pescadores que pasó a ser guía turístico es José Efráin Pérez Lara, quien hace recorridos turísticos junto a la cooperativa de los manglares de Dzinintún. Según el recuento que ha hecho, en la zona ha avistado unas 160 especies de aves y más de 60 especies diferentes de fauna, además de los cuatro tipos de manglares: blanco, negro, rojo y botoncillo.Dan Van Pelt (Getty Images/iStockphoto)

“También hay orquídeas y palo rojo, un árbol venenoso que te puede desfigurar la piel si te toca”, advierte Pérez Lara. Gladys Serrano

Los turistas que visitan los manglares pueden pasear en canoa en túneles que hacen los enormes manglares y avistar todo tipo de animales: desde diversas especies de aves a flamencos rosados o lagartos. El presidente de la cooperativa, Mauricio Dzul, sueña ahora con poder aumentar las infraestructura del ecoturismo con opciones de comida y alojamiento para los turistas para que puedan disfrutar más del lugar. Son instalaciones que tuvieron en el pasado pero que, según explican, se perdieron por malos manejos.Gladys Serrano

Pero los turistas siguen llegando a disfrutar de la naturaleza. Una de las estrellas son los flamencos rosados como este que vuela sobre la Reserva de la Biosfera de la Ría de Celestún.Janek (Getty Images/iStockphoto)

El guía turístico Efraín Pérez insiste siempre en un mensaje para concienciar a los visitantes de que deben proteger los manglares. "Que tengan conciencia y aprecien ya que ofrece beneficios ecosistemáticos como que es una barrera en contra de huracanes, es una zona de criadero de peces, refugio de aves y diversidad de flora que permite. Además puede absorver dioxido de carbono… ¡Más que las selvas tropicales!", explica. Gladys Serrano

Tras el trabajo arduo de regeneración del manglar, hace más de 15 años, y que hicieron en comunidad, ahora se hacen solo labores de mantenimiento. Gladys Serrano

Efraín Pérez muestra uno de los troncos de mangle en el camino que los turistas recorren a pie antes de subirse a las canoas. "Lo que más le llama la atención es la altura de los mangles. Y la tranquilidad al entrar el túnel. Algunos cierran los ojos para disfrutar del sonido". Gladys Serrano