Los colombianos piden cada vez más asilo: las solicitudes crecen 300% en Estados Unidos y 50% en España
La escalada de la violencia, la búsqueda de mejores condiciones económicas y el uso del estatus de refugiado como vía para regularizar su situación en el exterior son algunas de las explicaciones del aumento reportado por la OCDE
Las solicitudes de asilo de los colombianos están disparadas en el mundo. Colombia es el segundo país con más cantidad de solicitantes en los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de los que hacen parte Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, entre otros. Solo superado por los 270.000 solicitantes de Venezuela, el país cafetero tiene más aplicantes (203.000) que Siria o Afganistán. De la demanda de ese ‘top’ de países, la colombiana es la que más ha crecido de acuerdo con el documento International Migration Outlook 2024. Si bien Colombia ha sido históricamente un expulsor de migrantes, el aumento del 131% es inusual.
La salida de colombianos ha sido notable desde la segunda mitad del siglo XX y se hizo mucho más fuerte entre las décadas de los años 80 y 90, por cuenta del conflicto armado interno y de la búsqueda de mejores oportunidades económicas, según recoge la investigadora Anastasia Bermúdez en el informe La diáspora colombiana en Europa y su relación con el conflicto armado en Colombia. En ello juega un papel la figura del asilo, que protege a las personas perseguidas por actores armados y por el Estado para hacer su vida en otro país. “Las Naciones Unidas consideran Colombia uno de los principales países de origen de población refugiada en el exterior, con 189.454 personas colombianas en situación de refugio a finales de 2019, además de más de 75.500 casos de solicitud de asilo sin resolver”, se lee en el artículo. En los últimos años hubo un repunte. De los 203.000 colombianos que solicitaron asilo en países de la OCDE en 2023, 128.000 lo pidieron en Estados Unidos y 53.000 en España, frente a 32.000 y 35.000 en 2022, respectivamente. Los colombianos también están en el top de nacionalidades de solicitantes en Chile, Perú y Portugal.
“Hay razones serias y reales para los colombianos migren y busquen asilo”, afirma César Vallejo, codirector del Observatorio de Migraciones de la Universidad Externado. Una de ellas es la escalada de la violencia. Pese a que Colombia firmó un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC en 2016, persisten conflictos con el ELN y las disidencias de las FARC que volvieron a las armas. Hay, además, conflictos entre esos y otros grupos, y disidencias dentro de las disidencias, y la política de paz del presidente Gustavo Petro ha avanzado poco. Se suma la expansión del grupo narcotraficante Clan del Golfo y la presencia de otras bandas más pequeñas. Entre 2016 y 2023, fueron asesinados 1.294 líderes sociales, según datos de la Defensoría del Pueblo, en el que también es uno de los países más letales para defensores ambientales.
Otro factor es el económico. Vallejo explica que el asilo se ha convertido en una forma de migrar bajo un marco regular, con mejores perspectivas que la migración irregular. “Están las otras vías ordinarias, como los visados o los permisos de trabajo, pero en la medida en que estas se hacen más difíciles de obtener, la gente opta por el asilo”, explica el doctor en Estudios Avanzados en Derechos Humanos.
Para Thomas Liebig, jefe de la división de Migración Internacional de la OCDE, el uso indiscriminado del asilo también puede deberse al desconocimiento. “Algunos parecen no estar al tanto de las posibilidades que hay para migrar y trabajar en el exterior y eligen esa vía”, asegura en una entrevista telefónica. Expone el ejemplo de la ciudad de Bremen, Alemania, donde diez enfermeros y enfermeras colombianos que trabajan en un hogar de ancianos están a punto de ser deportados porque ingresaron al país bajo una solicitud de asilo que les acaba de ser denegado, y no como empleados cualificados. No pueden cambiar su solicitud pese a que, en septiembre, Alemania anunció que buscaría un acuerdo con Colombia para llevar trabajadores cualificados. La ministra del Interior, Nancy Faeser, dijo que el objetivo era evitar “procedimientos de asilo desesperados”. No obstante, Vallejo alerta de que los permisos de trabajo no están al alcance de todos: los requisitos pueden ser complejos y requieren pagar a un abogado para facilitar el trámite.
Las autoridades también han alertado del uso de “agencias de viaje” o firmas de abogados para tramitar falsas solicitudes de asilo. El embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras, aseguró a principios de noviembre que habían detectado agencias de viaje “piratas” que vendían “kits de asilo” con falsas denuncias de amenazas. “La Fiscalía colombiana ya está actuando”, publicó en X el embajador luego de que Reino Unido alertara de un aumento de solicitudes de asilo a partir de 2022, cuando se retiró a los colombianos el requisito de visa para entrar a ese país: de 11 peticiones en 2018, se pasó a 118 en 2022 y 854 en 2023. El Reino Unido ha anunciado que evaluará volver a pedir visa a los colombianos.
Para Carolina Moreno, directora del Centro de Estudios en Migración de la Universidad de los Andes, solo una investigación jurídica puede determinar cuáles solicitudes son falsas. “¿Cómo saben que son falsas? En ocasiones, las declaraciones se desestiman porque no son suficientemente creíbles, pero hay un factor humano y es que a veces las solicitudes se presentan mucho tiempo después de los hechos y puede haber errores en el relato, pero eso no significa que la persona mienta”, indica.
De hecho, de acuerdo con la también doctora en Derecho, cada vez se otorgan menos estatus de refugiado. “Los sistemas de asilo cada vez hacen más difícil el reconocimiento de estas situaciones y, al final, las personas desisten del proceso y buscan otros mecanismos”, explica. En España, por ejemplo, de las 16.085 solicitudes tramitadas en 2023, el 94% fueron denegadas, según datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). En Estados Unidos, de las 320.000 decisiones frente a solicitudes de todas las nacionalidades, solo el 20% fueron positivas, de acuerdo con la OCDE. Thomas Liebig alerta de que, en estos casos, los solicitantes enfrentan el riesgo de la deportación o de no poder optar por otros mecanismos, lo que los hace más vulnerables.
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