El ELN asesina a cinco soldados cerca de un espacio de reincorporación en Antioquia, a dos años del inicio de los diálogos de paz

Si el 21 de noviembre de 2022 la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) instalaba su mesa de negociaciones con el Gobierno de Gustavo Petro, justo dos años después ha demostrado lo lejos que está la paz. El grupo ha asesinado este jueves a cinco soldados en el caserío La Plancha, del municipio de Anorí, Antioquia. El hecho, en el que otras cuatro personas quedaron heridas ―incluyendo a un civil―, ocurrió cerca de uno de los antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), los lugares destinados a la reincorporación colectiva de los exguerrilleros de las desaparecidas FARC. El comandante del Ejército, Luis Emiro Cardozo, dijo tras el ataque: “Lamento profundamente el asesinato de cuatro de nuestros valientes hombres: el cabo segundo Fredys David Robles Romero y los soldados profesionales Carlos Andrés Ramos Martínez, Iván Darío Reina Carabalí y Fabián José Regino Mora”. Minutos después se confirmó también la muerte del soldado Yoiser David Redondo Arias.

El comandante del Ejército explicó que los soldados cumplían con “la misión constitucional de proteger la vida del personal en proceso de reincorporación”. Después del ataque, las Fuerzas Militares evacuaron por aire y tierra a los uniformados heridos para que fueran atendidos en Medellín. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, también se pronunció en su cuenta de X después del hecho: “Expreso mi solidaridad y la de los hombres y mujeres del Ministerio de Defensa Nacional con las familias de los cuatro soldados asesinados alevemente en el día de hoy por el ELN”. La propia cartera añadió: “Este acto viola el derecho internacional humanitario y los derechos humanos”.

El ataque ocurre a cuando la mesa negociaciones entre el ELN y el Gobierno nacional, como parte de su política de paz total, está estancada. Aquel 21 de noviembre de 2022, en Caracas, el presidente Gustavo Petro presentó al país y al mundo a un equipo de negociación ecléctico con el objetivo de generar consensos en la sociedad. Sin embargo, con el paso de los meses, unos diálogos que ya se intuían difíciles empezaron a dilatarse. En ese camino, emergieron también las diferencias entre los equipos negociadores y las tensiones: mientras Petro comparó a los guerrilleros con el abatido narcotraficante Pablo Escobar, Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, dijo que con las negociaciones de paz con el actual Gobierno eran peores que las que hubo en los anteriores, más dados a combatir a la insurgencia que a negociar con ella.

Ahora, las dos delegaciones buscan destrabar los diálogos en Caracas. No obstante, las críticas siguen en el centro de la agenda. Esta misma semana, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se refirió al estado actual de las negociaciones con la última guerrilla en armas de Colombia: “Yo siempre quiero ser optimista, pero el ELN se encarga de volverlo a uno pesimista. […] Están perdiendo una enorme oportunidad en un Gobierno que le sigue apostando a la paz total. […] Hasta tanto no tomen una decisión definitiva y unificada de que el camino no es la violencia, de que tienen que dejar las armas, va a ser muy difícil para cualquier Gobierno alcanzar un acuerdo de paz”.