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Gobierno de Gustavo Petro
Columna
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Los hechos en los que el presidente se juega la existencia de su Gobierno

El presidente Petro justifica que llegó tarde a una ceremonia de ascenso de coroneles por dos próximos anuncios que “darán mucho de qué hablar”, pero aún seguimos sin saber de qué se trata

Gustavo Petro en la Academia de Policía General Santander en Bogotá, Colombia.
Gustavo Petro en la Academia de Policía General Santander en Bogotá (Colombia).Sebastian Barros (Getty Images)

Colombia es el único país del mundo en el cual el presidente de la República llega tarde a una ceremonia de ascenso de suboficiales de la Policía, dejando plantados a los familiares de los galardonados por varias horas, y para desembarrarla manifiesta la pendejadita de que fue debido a “dos hechos que lamentablemente darán mucho de qué hablar para mis amigos de la prensa y donde en cierta forma me jugaré buena parte de la existencia del gobierno”, y punto. Eso fue el jueves y hoy, ocho días después, seguimos sin saber cuáles son esos hechos en los que se está jugando la existencia del Gobierno. No sabemos cuánto tiempo se requiere para saberlo. No entiendo la falta de curiosidad de la prensa en descubrir el galimatías presidencial.

Serán acaso las dificultades que antecedieron a la negociación tortuosa de la paz total con el denominado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, el pasado 8 de octubre en la población de Tibú, Norte de Santander, cuando las delegaciones no lograron acordar los términos del cese bilateral al fuego y decidieron aplazar su inicio. El obstáculo que propició el aplazamiento fue la propuesta del Gobierno de un cese escalonado por regiones, o si no, uno por tres meses en lugar de diez.

Fueron varios los antecedentes que perturbaron la confianza de las partes. El Estado Mayor Central atentó con una bomba contra una estación de policía que dejó varios heridos, un día después de firmar los compromisos de agosto. El Estado respondió con una ofensiva en el cañón del río Micay que tiene cultivos de uso ilícito. El presidente Petro dio la orden de tomar el poblado de El Plateado después de que habían matado a unos policías y calificó de traquetos a sus victimarios. No podemos —contestaron los rebeldes— abrir una mesa de diálogo cuando el Gobierno nos sigue calificando de narcotraficantes. Como en efecto lo son —digo yo— quienes protegen a las organizaciones criminales que se lucran del narcotráfico.

El hecho es que, ante el despelote que se armó en la jornada para instalar la mesa de negociación en Tibú, a la que concurrieron unas 5.000 personas, anunciaron que “las partes hemos definido suspender las acciones ofensivas como mecanismo para proteger a la población”. Falso. Como no se pusieron de acuerdo, se inventaron esa figura de la suspensión de operaciones ofensivas que no existe en el léxico del conflicto y que no es cese al fuego bilateral sino un paso previo al cese al fuego y se da, según la definición del diario El Espectador, como una medida de alistamiento y una forma de demostración de confianza entre las partes.

En realidad se necesitaba un tranquilizante para la tribuna que se sintió “conejeada” con el aplazamiento del cese al fuego bilateral. Los ánimos estaban exaltados; uno de los asistentes, micrófono en mano, alentó a la sublevación a nombre del movimiento social al afirmar que ellos habían puesto al presidente Petro en la Presidencia y “si lo tenemos que bajar, ¡lo bajamos!”.

Se supone que el 16 de octubre el Gobierno Nacional expedirá el decreto definitivo de cese al fuego bilateral temporal con el Estado Mayor Central y confiamos en que, de manera simultánea, le informen al país cuáles son los “dos hechos que en cierta forma se jugará buena parte de la existencia del Gobierno”.

El Ministerio de Defensa expidió el decreto en el que se oficializa la suspensión de las operaciones militares ofensivas del 10 al 18 de octubre contra la disidencia de Iván Mordisco. La norma es suficientemente confusa, como se deriva de la información publicada por el diario El Tiempo: las Fuerzas Militares señalaron que en la norma “desarrollan cuatro tipos de operaciones: ofensivas, de estabilidad, defensivas y en defensa de la autoridad civil”. ¿Quién entiende?

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