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El comandante encargado de la búsqueda de los niños en la selva de Colombia: “Estuvimos a cien metros de ellos”

Las autoridades están convencidas de que los cuatro hermanos están vivos porque si estuvieran muertos ya los habrían encontrado

Fotografía cedida por las Fuerzas Militares de Colombia en la que se ve a Manuel Ranoque (d), padre de los cuatro niños desaparecidos en la selva mientras habla con un integrante del Ejército.Foto: FUERZAS MILITARES DE COLOMBIA (EFE) | Vídeo: EPV
Juan Diego Quesada

Las autoridades insisten en que se encuentran cerca de los cuatro hermanos perdidos en la selva de Colombia, pese a que ya llevan 28 días extraviados. El comandante de operaciones especiales encargado de la búsqueda, Pedro Sánchez, ha sido este lunes muy optimista: “Creemos que hemos pasado a unos 200 o 300 metros de ellos. Hemos encontrado evidencias y hemos corroborado con los GPS, como cuando hallamos los dos pañales, uno usado, que pasamos a cerca de 100 metros de ellos. Pero es que allí a 20 metros ya no se ve nada”, ha dicho Sánchez. Los problemas de visibilidad se deben a lo tupida que es la selva amazónica, donde siempre es de noche y llueve 16 horas al día.

El militar ha asegurado que han encontrado huellas recientes de los menores gracias a sus comandos y a las comunidades indígenas que participan en la búsqueda. Los indígenas tienen un conocimiento profundo de la selva y pueden caminar durante horas donde los forasteros se encuentran perdidos. Los niños —de 1, 4, 9 y 14 años— lo son y tienen experiencia en introducirse en ella, lo que hace que las autoridades sean entusiastas en cuanto a las posibilidades de dar con ellos.

Sánchez explicó en Colombia Hoy Radio que se sienten muy cerca. La probabilidad más alta, según él, es que los menores fueran hacia el río San Jorge, una zona totalmente virgen donde no hay comunidades. Allí pudieron tomar rumbo al norte, hacia el Apaporis, el mismo río sobre el que cayó la avioneta en la que viajaban. “Así se achica la búsqueda”, insistió el uniformado. Los niños volaban con su madre, con un líder indígena que los acompañaba y el piloto, que fue quien avisó a la torre de control de que se había averiado el único motor que tiene ese modelo de avioneta, la Cessna 206.

La zona en la que los buscan es tan extensa como ir de allí a Quito, Ecuador, y regresar. Una extensa selva con presencia de serpientes y animales depredadores. Los rastreadores han recorrido siguiendo las pistas unos 1.250 kilómetros. Los militares han utilizado helicópteros para sobrevolar los lugares en los que se cree que están los niños y han lanzado volantes con mensajes y kits de supervivencia. También llevan incorporados unos altavoces que difunden la voz de la abuela en su idioma natal. Los buscan incluso por satélite y con aeronaves que detectan calor y toman fotografías a 30 centímetros del suelo.

“Ellos están vivos; si estuviesen muertos hubiese sido más fácil encontrarlos porque estarían estáticos y los caninos de la búsqueda los habría detectado por olores”, dijo el comandante. Descartó que los niños estén en manos de las disidencias de las FARC, que tienen presencia en la zona. Otra de las teorías es que hayan sido encontrados por tribus no contactadas y escondidas en lo más profundo de la selva. Una ley impide acceder a sus territorios e iniciar contacto.

A 2,8 kilómetros de donde cayó la avioneta se encontró un campamento abandonado de las disidencias de Iván Mordisco, un guerrillero de las FARC que no se acogió al proceso de paz de 2016, pero con quien el Gobierno de Gustavo Petro espera abrir en breve un proceso de negociación. Sánchez dijo que no creen que los hermanos estén acompañados de nadie, ya que las huellas de pies que han encontrado son pequeñas. Están seguros de que los rastros son de la mayor, la de 13, que camina descalza.

En este momento se rastrean unos 30 kilómetros. “No es como buscar una aguja en un pajar; es buscar una diminuta pulga en un inmenso tapete. Es un lugar supremamente inhóspito, pero mantenemos la fe intacta; nosotros abrazamos lo imposible y enfrentamos la adversidad”, explicó el comandante de forma muy gráfica.

Petro le ha dado prioridad absoluta a encontrar a los niños. El presidente llegó a tuitear que habían sido encontrados, pero fue una falsa alarma. Colombia sigue con el corazón en un puño la búsqueda, que está a punto de cumplir un mes. Cada día que pasa se reduce la posibilidad de encontrarlos vivos, pero a la realidad se opone el optimismo de las autoridades.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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