La española Mónica Calzetta gana el oro en el Mundial Femenino de Ajedrez +50

Un solo empate (muy rápido, en la última ronda, con el oro ya asegurado), ocho victorias y dos derrotas. Combatividad es quizá la palabra que mejor define la carrera de Mónica Calzetta, vencedora hoy del Campeonato del Mundo de Veteranas en Terrasini (Italia) con medio punto más que Galina Strutínskaia. La española, quien cumplirá 51 años el día 29, se lleva el oro +50; la rusa, de 66, vencedora de Calzetta en la 6ª ronda, el de +65.

“Me he sentido en este campeonato con unas ganas enormes de luchar y de demostrar que puedo seguir haciendo buenas partidas”, dice Calzetta a EL PAÍS pocos minutos después de las tablas finales. Recuperarse de las dos derrotas (la primera, en la ronda inicial, ante la letona Polina Ni) fue muy difícil: “Por supuesto que me dolieron mucho, pero por poco tiempo; me focalicé en mejorar en la siguiente partida. El ajedrez me ha ayudado a ser resiliente, una virtud que valoro mucho dentro de las muchas que desarrolla”, añade la heptacampeona de España y campeona de la Unión Europea en 2010.

Su marido, el maestro internacional Sergio Estremera, es también su entrenador: “Él ha sido clave para ganar, siempre acierta en las preparaciones. Y también aprecio la motivación que me da el cariño y apoyo de mis amigos”. Asimismo, valora mucho el momento del oro: “Es un motivo adicional de felicidad para mí porque el deporte femenino está ahora en auge”, agrega Calzetta, nacida en Ginebra (Suiza) de padre italiano y madre española, y emigrada a Mallorca a los seis años.

Veintiuno después de mostrarse en contra de que la Federación Española de Ajedrez (FEDA) eliminase los Campeonatos de España femeninos de todas las edades (la mujer mejor clasificada en cada campeonato mixto es la campeona femenina), Calzetta mantiene su opinión: “Hasta donde yo sé, en todos los demás países (incluyendo Alemania, Francia, Italia, Polonia, EEUU, Suecia…) se hacen campeonatos nacionales femeninos porque son clasificatorios para los Europeos y Mundiales Femeninos, y siempre va a ser más justa la clasificación donde todos se juegan lo mismo. Cuando los resultados son justos, motivan, y se sabe que te toman en serio. Por el contrario, ahora es como un añadido, que lo desvaloriza. ¿Acaso todos los países están equivocados salvo el nuestro?”.

Hace 24 años, Calzetta contó a este periódico lo que le dijo un conocido jugador profesional cuyo nombre prefiere ocultar, asiduo en los torneos españoles, tras ser derrotado por ella: “Has ganado bien, pero me siento como si me hubieras desvirgado”. ¿Cómo ve hoy aquella frase? “Por suerte ya no se oyen esas cosas. Pero lo que persiste es una molesta actitud en el ámbito federativo, tratándote cómo si no tuvieras derecho a opinar sobre lo que nos concierne”.

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