Bruselas propone un gran fondo conjunto para gasto militar
La UE quiere elevar su gasto en defensa tras la victoria de Trump
Europa plantea crear un fondo millonario para fomentar inversiones estratégicas en el sector de la defensa. El proyecto, que presentará este miércoles la Comisión Europea, pretende elevar el gasto militar en la UE, una petición largamente reiterada por Estados Unidos y formulada en verano como amenaza por el entonces candidato —y hoy presidente electo— Donald Trump. La iniciativa constituye el primer paso del plan esbozado por los líderes comunitarios para reforzar la seguridad exterior de la UE.
El fondo que el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, anunció en el discurso sobre el estado de la Unión en septiembre cuenta ya con sus líneas maestras. La herramienta dispondrá de “dos ventanas”, según la denominación que recogen los documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. La primera está destinada a activos de defensa y se nutrirá de aportaciones voluntarias de los Estados miembros (con posibilidad también de inversión privada). El objetivo es desarrollar proyectos comunes (por ejemplo, drones para varios Estados), aunque la propiedad siempre sería nacional. Bruselas espera que el dinero aportado pueda movilizar hasta 5.000 millones de euros al año a partir de 2017, según estimaciones comunitarias (los borradores del plan no incluyen cifras definitivas).
Exención para el déficit
La segunda ventana pretende fomentar la investigación y el desarrollo en proyectos militares. Hasta ahora, el gasto comunitario en innovación excluía los usos militares, pero la creciente inseguridad en el vecindario de la UE ha suavizado las resistencias y ya en 2017 se destinarán 25 millones del programa de investigación como experiencia piloto. A partir de 2020, se espera que sean 500 millones al año. "Nunca he visto a los Estados miembros tan interesados en esto", asegura la comisaria europea de Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska.
Más interesante que las cifras es el modelo de financiación. Consciente de que una Europa que no da por enterrada la crisis tiene urgencias más inmediatas que el gasto militar, el Ejecutivo comunitario ofrece eximir del cómputo del déficit las cantidades que los Estados destinen a impulsar esas capacidades defensivas. Es decir, se podrán rebasar los objetivos que marca Bruselas si esta desviación obedece a estos planes militares.
También habrá aportación (por concretar) del presupuesto comunitario. Y se intentará implicar al Banco Europeo de Inversiones (incluso recurrir al llamado plan Juncker de inversión en Europa) para impulsar los proyectos de defensa. Es decir, movilizar con recursos públicos dinero que puede ser privado con la garantía de las arcas nacionales y comunitarias.
Para justificar este proyecto, el Ejecutivo comunitario dibuja un panorama de debilidad en el ámbito militar europeo. En 2015, Estados Unidos invirtió dos veces más (con creces) que toda la familia comunitaria. Y China ha elevado un 150% su gasto militar en los últimos 10 años, mientras en Europa ha descendido el 12%. “La industria europea se arriesga a perder las habilidades tecnológicas necesarias para construir la próxima generación de activos clave. En última instancia, eso afectará a la autonomía estratégica de la Unión”, alerta la Comisión. "Nuestro mercado único es muy limitado en defensa. Nos estamos quedando atrás", considera el vicepresidente comunitario para Crecimiento e Inversión, Jyrki Katainen.
Los jefes de Estado y de Gobierno deberán discutir este proyecto en la próxima cumbre europea (15 y 16 de diciembre). Para animarlos a participar, el Ejecutivo comunitario advierte de que la falta de cooperación en defensa cuesta cada año a los Estados entre 25.000 y 100.000 millones de euros. Y que fortalecer la industria europea podría generar 1,4 millones de empleos de alta cualificación. Hasta ahora, los países han sido reacios a avanzar en este terreno.
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